Gracias a los trabajos de extinción, los bomberos han estabilizado el incendio pasadas las 22.30 horas. Durante la noche, según han informado en un comunicado, las labores de extinción de las llamas se centrarán en enfriar el terreno, para asegurar que mañana, que también se esperan altas temperaturas, esté lo más frío posible.
Pasadas las once de la noche, se han desactivado las tres órdenes de confinamiento ordenadas tras el incendio en la provincia de Lérida y, aunque queda en vigor la establecida tras el incendio de Sanaüja, está ya prácticamente controlado, precisan desde el Cuerpo.
Los Bomberos de la Generalitat se han enfrentado esta tarde a un fuego que se ha extendido por una área de unas 5.000 hectáreas, extremadamente violento y errático a causa de la influencia de las tormentas próximas, y el viento. Las llamas han generado una nube de convección, que ha condicionado la estrategia de extinción, y ha obligado a priorizar la seguridad de los efectivos.
Estas tomentas han causado ráfagas de viento de 125 kilómetros por hora, pero, gracias a la posterior lluvia, han facilitado las tareas de extinción.
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