¡Vámonos a Ceret!

En Ceret se respira Cataluña y se respira toros por los cuatro costados. Es la primera parada que desde hace muchos años hacen los aficionados de la resistencia en su exilio de cada temporada. Se ven aficionados catalanes en Valencia, Castellón, Madrid, Sevilla o Zaragoza, pero Ceret es punto y aparte. Allí se vive el culto al toro como auténtico protagonista de la Fiesta. La feria es corta pero intensa, un fin de semana que reencuentra con la verdad del toreo en un ciclo organizado por los propios aficionados.

Noticia Relacionada

los martes, toros

Solo Morante es capaz

Ángel González Abad

El pasado viernes, la Casa de Andalucía de Barcelona acogió la presentación de la edición de este año en el coso francés, que va a tener en el ruedo, y no solo en los tendidos, una especial representación catalana. El matador de toros Maxime Solera, nacido en esa Cataluña Norte y vinculado con la Ciudad Condal, está anunciado en la primera corrida, el sábado 12 de julio para lidiar la corrida de Saltillo junto a Damián Castaño y Cristóbal Reyes. Y al día siguiente, en la novillada matinal, el diestro de Hospitalet Mario Vilau se las entenderá con astados de Quintas. Los dos estarán arropados por los muchos miembros de la resistencia que ya han programado viajes para Ceret, que cerrará su feria con una corrida de Sobral para Curro Díaz, Fernando Robleño y Juan de Castilla.

Ceret está allí, con sólo dar un paso, el que va del sinsentido de una mordaza política y empresarial hacia la libertad de vivir la Fiesta en plenitud. ¡Vámonos!