Los Presupuestos de Castilla y León arrancan su tramitación en las Cortes en busca de la «máxima participación y consenso posible»

A partir de ahora, el cuadrante con la cifra «récord» de más de 14.560 millones de euros deberá ser analizado y debatido en el Parlamento, antes de su aprobación definitiva que marca su entrada en vigor. En principio, sin dificultades para prosperar gracias a la mayoría absoluta que suman PP y Vox.

Aún así, Carriedo ha subrayado que desde la Junta buscan sacar adelante ese Presupuesto «con la máxima participación y consenso posible» en unas Cortes en las que se sientan otros siete partidos. Así, ha tendido la mano y ha abogado por la «colaboración» para hacer realidad esos Presupuestos.

Unas cuentas que crecen un 5,4 por ciento respeto a las de 2023, con 11.600 millones reservados para el gasto de funcionamiento de las consejerías. Y son las tres de carácter más social -Sanidad, Educación y Servicios Sociales- las que más se llevan, bordeando los 9.000 millones, con la cartera sanitaria acaparando el 41 por ciento del total.

Entre otros gastos, sobresale el de personal. No en vano, «uno de cada tres euros» se destinan a gastos de personal, ha subrayado Carriedo, sobre unas Cuentas que contemplan el incremento de las nóminas de los trabajadores públicos en función de lo que se acuerde a nivel estatal, ya que es «normativa básica», pero aún no está fijado en los Presupuestos del Estado, pues no se han aprobado.

Incluye también el incremento en el mismo nivel para los altos cargos, sobre la base de 2022, pues el año pasado sus retribuciones permanecieron congeladas, ha explicado el consejero. En principio, lo acordado por el Gobierno central con los funcionarios es subir este año un 2 por ciento, que se sumaría al 3,5 del alza ya aplicada en 2023.