La osezna Alba, trasladada a su nuevo hogar, el recinto de aclimatación de Valsemana (León)

La osezna fue rescatada por los agentes del Medio Natural del Principado de Asturias cuando pesaba poco más de dos kilos. Los técnicos valoraron que no era posible el reencuentro con su madre en condiciones de seguridad, todo en el marco del programa de seguimiento de osas con cría. Ante el riesgo de deshidratación, la osezna fue trasladada a una clínica veterinaria en Oviedo, donde se confirmó que no presentaba heridas ni patologías. Desde allí se la trasladó al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, donde ha permanecido hasta la fecha, para pasar ahora a Valsemana, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León.

Las instalaciones de su nuevo 'hogar' en La Ercina, León, cuentan con todo lo necesario para que crezca y pueda 'independizarse' en un plazo de entre uno y dos meses. Dotadas de videovigilancia, «facilitarán la aclimatación del animal al medio natural de forma previa a su reintroducción, dado que están aisladas, son amplias y cuentan con un adecuado enriquecimiento ambiental», ha referido la Junta.

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Al igual que en anteriores episodios de oseznos recuperados del medio natural, se opta por esta fórmula para completar su aprendizaje sobre el medio natural y mejorar sus posibilidades de supervivencia. Con este ejemplar son seis ya los oseznos que han utilizado estas instalaciones de aclimatación desde el año 2019, cuando se adecuaron estos recintos para poder albergar en semilibertad ejemplares de oso pardo en una fase previa a su liberación.

Primero fue Saba, en 2019; a continuación, Éndriga, en 2020; dos años más tarde el osezno Martín, procedente de la localidad leonesa de San Martín del Moro Toledano; y por último, en 2024 tanto Cova (otra osezna asturiana) como Barniedo, osezno leonés.

Fruto de esta colaboración iniciada en 2019, durante el pasado año 2024 se pudo confirmar la reproducción en la vertiente asturiana del parque nacional de los Picos de Europa de la osa Saba, lo que demuestra y fortalece la colaboración entre las tres comunidades autónomas en favor de la conservación y recuperación de las poblaciones de oso pardo en la cordillera cantábrica.