Las mascarillas volverán a los centros sanitarios pese al rechazo de la Junta

De poco le sirvió porque, pese a que la ministra del ramo, Mónica García, había dado 48 horas a las autonomías -la mayor parte se había mostrado en contra de su planteamiento- para presentar sus alegaciones a la propuesta del Gobierno central, la responsable de la cartera sanitaria anunció a última hora de ayer que los cubrebocas serán obligatorios en los centros sanitarios de todo el país a partir del próximo miércoles. Pese a no contar con el beneplácito de gran parte de las regiones y de no esperar el plazo marcado para recibir las propuestas, el Gobierno decidió adoptar esa medida, argumentó, para igualar la protección de todos los ciudadanos y amparar jurídicamente a las que sí habían asumido previamente la propuesta que la ministra llevó a la reunión. Sin embargo, la Junta ya mostró dudas de su eficacia tras el encuentro.

La cita, celebrada telemáticamente, llegaba «tarde»,consideró el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ya que «si lo que se pretendía era adoptar medidas coordinadas» frente a las infecciones respiratorias, se «podría haber aprovechado la reunión presencial del 21 de diciembre, cuando, además, la incidencia era más baja». También le «sorprendió», dijo antes de conocer la decisión final de la ministra, que se convocara de forma «urgente» y «monográfica» un encuentro que llegó a tildar de «mediático», cuando los territorios han pedido reiteradamente otro similar para abordar un tema «de gran importancia» como es la «falta de médicos».

«En ningún momento desde el pasado 21 de diciembre el Ministerio se ha puesto en contacto con esta Consejería para conocer la situación», aseguró Alejandro Vázquez. De haberlo hecho, no habría cometido la «imprudencia» de hablar de «colapso» del sistema, expresó. «No lo hay en Castilla y León y, por lo que han dicho las autonomías, en otras tampoco», manifestó convencido el consejero, quien sí reconoció, sin embargo, que es un momento de «alta incidencia y alta utilización de los servicios médicos». Pero en ningún momento se han cancelado ingresos, operaciones programadas o pruebas diagnósticas, indicó, tras explicar que en la Comunidad el nivel epidémico de la gripe es aún «medio-bajo» y cuyo «pico» se espera para las «próximas semanas». Si bien, garantizó que «hay recursos para asistir la epidemia».

Todo gracias al plan regional de contingencia de invierno que la ministra les sugiriró ayer a las comunidades y que muchas, como Castilla y León, ponen en marcha cada año «desde antes de la pandemia», afeó el consejero, quien reprochó, además, a Mónica García la «falta de conocimiento» de estas medidas diseñadas al efecto por las regiones para hacer frente a las infecciones respiratorias. De hecho, detalló que la Comunidad cuenta con 157 camas hospitalarias adicionales, dos de ellas en la UCI, y que se ha contratado a 800 profesionales de Atención Prmaria y Hospitalaria de diferentes categorías dentro de este plan en el que, además, se incluyen recomendaciones sobre el uso de la mascarilla que cambian en función de la situación.

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En la práctica, aseguraba el consejero tras la reunión, la «responsabilidad» de los profesionales hace que la mayoría de ellos la usen en los centros sanitarios, como también lo hace «prácticamente la totalidad de los usuarios», defendió. Una vez más,hizo un llamamiento a la vacunación y recordó que la tasa de cobertura frente a la gripe ronda el 61 por ciento - «similar» al de otros territorios- e insistió en que la inmunización de los menores de entre 6 meses y 5 años está siendo «escasa». 

Con un 75 por ciento de ocupación en los hospitales, la directora general de Asistencia Sanitaria, Silvia Fernández, consideró que aún «hay margen» de actuación, aunque sí se están aplicando las medidas organizativas de gestión encaminadas hacia una «mayor eficacia». El número de urgencias totales atendidas en los hospitales el pasado 4 de enero superó las 3.400, aseguró, de las cuales en torno a un 20 por ciento requirió ingreso, aunque en los últimos días se ha percibido ya un «descenso».