El glamour ensordece pero no apaga al campo

Ataviados con bocinas y silbatos, pese a su esfuerzo por hacerse oír, poco se escuchaba en el patio del recinto, adonde los invitados accedieron directamente en vehículo, del que se bajaban para directamente pisar la alfombra, que esta vez no fue roja, sino de un llamativo color fucsia al puro estilo 'Barbie'. Primero, actores, actrices, directores, productores y demás profesionales del cine. Los últimos, la estrella de Hollywood Sigourney Weaver, premio Goya Internacional 2024, Penélope Cruz y Pedro Almodóvar. Antes pasaron por allí las autoridades locales, entre ellos el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el vicepresidente, Juan García-Gallardo. Tras ellos, cuatro ministros (Interior, Transportes, Igualdad y Cultura); el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta y también ministra Yolanda Díaz, la más demandada del equipo de Gobierno para ser fotografiada entre los 400 afortunados, previo paso por un sorteo. 

No fue la única anécdota de una tarde-noche que se tornaba cada vez más fría. Es Valladolid y es lo que toca por estas fechas. Ya dentro, pasado el mal trago del gélido aire que se había levantado, el discurrir de los invitados por el 'photocall' se hizo lento, a veces incluso tedioso, hasta que a diez minutos de comenzar la gala posaban los últimos y se hacían la foto oficial autoridades y máximos representantes de la Academia.

Entre los temas de conversación de la alfombra, sobre todo algunas cuestiones candentes como las recientes acusaciones de violencia sexual al director Carlos Vermut; otras novedosas, como la presencia por primera vez de Vox en los Goya, aunque también hubo voces para respaldar las protestas del campo, como la del nominado a mejor actor protagonista, Alberto Ammann, que dijo que su corazón estaba con los agricultores; la actriz Macarena Gómez, o el cantante David Bisbal, que precisamente abrió junto a Amaia Romero las actuaciones de la gala.

Prendidas del traje y de los vestidos de algunos invitados también se pudieron ver chapas a favor de Gaza y en el 'photocall' se escuchaba un emotivo recuerdo a Concha Velasco, como el que le brindó su paisano vallisoletano el gran Emilio Gutiérrez Caba: «Cuando se van personajes de la talla de Concha, una parte nuestra se va con ellos». Palabras para ella también tuvo Ana Belén nada más comenzar la ceremonia. Su siguiente intervención fue para hacer un alegato contra los abusos y la violencia en el sector: «Aquí, en el cine, también se acabó».