La CHD admite ante las críticas del campo que restringe «bastante» la limpieza de los ríos

Un organismo «decimonónico», se han quejado, del que han lamentado su tardanza e incluso falta de respuesta y «dejación de funciones» por ni limpiar ni dejar hacerlo. «Restringimos bastante las limpiezas», ha reconocido la comisaria de Aguas, Diana Martín, quien ha defendido que «muchas veces» la concepción que se tiene de lo que son ríos y arroyo «difiere» de la que tiene el organismo y el Ministerio de Transición Ecológica, del que depende. Y tras asumir que es «cierto que no somos del todo ágiles» se ha comprometido a que intentar «flexibilizar» su proceder y unas restricciones ambientales, incidió, que «no se necesitarían si no se hubiera constreñido el espacio de los ríos durante 30 años».

«Por cualquier incumplimiento se nos sanciona, pero sus incumplimientos no tienen repercusión» y no se penan los daños, ha criticado Valentín García, el líder de UCCL en Valladolid. Precisamente que ven «muy represivo, sancionador y recaudador» a un ente «siempre con amenazas, sanciones y multas» de «hasta 20.000 euros» ha sido otro de los motivos que alentaron la tractorada, convocada por Asaja y a la que se han sumado el resto de organizaciones agrarias y también los grupos independientes.

Sin más banderas que la de España, tras la pancarta 'Nuestro futuro depende del agua' y justo en el día mundial que reivindica la importancia del líquido elemento, han llevado hasta la CHD una docena de propuestas-protesta consensuadas que «podían ser más». Se las han logrado enseñar en persona en su despacho a su presidenta, María Jesús Lafuente, quien finalmente se ha reunido durante unos 40 minutos con los representantes del sector en su despacho, por más que en la calle se empeñaban sin éxito en reclamar que bajara a escuchar sus reivindicación. Al son de las bocinas, la reivindicaciones han llegado también a la Delegación del Gobierno y a la Consejería de Medio Ambiente, pero su principal objetivo era la CHD, han dejado claro.

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El actual Plan Hidrológico del Duero vigente hasta 2027 –que organizaciones agrarias y Junta de Castilla y León no firmaron– «no funciona» pues «cada vez hay menos disponibilidad, más problemas para regar y más sanciones», ha subrayado el presidente de Asaja Valladolid, Juan Ramón Alonso. «No sirve para nada», ha recalcado. Por lo que han exigido uno nuevo. «Algunas» de sus reivindicaciones se «tendrán en cuenta» de cara al siguiente, ha apuntado Lafuente, quien también se ha abierto a asimilar «algunos» de los planteamientos, «pero no todos» podrán hacerse efectivos por limitaciones legales, ha precisado.

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«No podemos seguir sufriendo sanciones», ha reclamado también David Garrido, líder provincia de COAG, quien ha asegurado que esas multas suponen «verdaderos quebraderos» para los agricultores. «Sin regadío la gente se queda en los pueblos», ha advertido. «Nos trata como a delincuentes», cuestionó Valentín García, quien ha censurado la «clara animadversión» que ven desde este órgano dependientes del Ministerio.

Precisamente sobre las sanciones, la presidenta de la CHD ha asegurado que «se está siendo benévolo» al tener en cuenta las alegaciones. La cuantía, ha apuntado, se fija una vez calificada y sobre el cálculo del daño ocasionado. Eso sí, en el caso de aguas subterráneas, se multiplica por 1,6, lo que sí eleva notablemente el monto. «Pero no podemos dar carta de naturaleza al incumplimiento», ha apostillado Lafuente, descartando así la reclamación de los regantes de anulación, archivo y paralización de los expedientes sancionadores por ejemplo en casos en los que demuestren que no se han excedido en el uso de la concesión. Si bien la presidenta ha reconocido que «casi todos» se ciñen a lo marcado, «no sancionar a los incumplidores es un perjuicio para los que cumplen», ha recalcado Lafuente.

Además, la máxima responsable del organismo ha defendido que la Confederación «siempre trabaja en contacto directo» con los agricultores y tiene en cuenta sus opiniones. Pese a la queja, coincidieron los manifestantes, de la falta de diálogo, por lo que entre la reivindicaciones plantean una mesa de negociación con los regantes.