Bruselas aprueba un paquete de medidas para flexibilizar la PAC tras las protestas del campo por toda Europa

En concreto, la Comisión Europea, «cumpliendo su compromiso de aliviar la carga administrativa para los agricultores de la UE», ha propuesto revisar determinadas disposiciones de la PAC relacionadas con la condicionalidad (los requisitos que deben cumplir los agricultores para recibir las ayudas europeas) y los planes estratégicos: «Estas propuestas tienen como objetivo reducir la carga relacionada con los controles para los agricultores de la UE y proporcionarles una mayor flexibilidad para cumplir con ciertas condicionalidades ambientales. Las administraciones nacionales también se beneficiarán de una mayor flexibilidad para aplicar determinadas normas», asegura.

Además de estas medidas, la Comisión también enviará al Consejo y al Parlamento Europeo un «documento de reflexión», explicó, en el que se describen varias medidas para mejorar la posición de los agricultores en la cadena de suministro de la alimentación. Esta previsto que estos cambios se discutan con los ministros de Agricultura de la UE el próximo 26 de marzo, cuando volverán a reunirse.

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Bruselas da así su brazo a torcer reconociendo que los agricultores «se enfrentan a una gama excepcional de dificultades e incertidumbres», entre las que citan «una frecuencia cada vez mayor de fenómenos meteorológicos extremos, incluidas sequías e inundaciones en varias partes de la Unión», que afectan la producción y los ingresos de los agricultores y al calendario de prácticas agronómicas normales; y la invasión rusa de Ucrania, que sigue afectando a los márgenes del campo y al contexto de la política agrícola europea.

Reconoce la Comisión Europea que el primer año de implementación de los planes estratégicos de la PAC «ha dejado claro que son necesarios ajustes para garantizar la implementación efectiva de los planes y reducir la burocracia». Entre los ajustes que propone, modificar las BCAM (el conjunto de normas básicas o buenas condiciones agrarias y medioambientales que todos los agricultores deben cumplir para recibir su ayuda de la PAC) número 6, 7 y 8, como demandaron los titular de Agricultura de los países de la UE, y que los Estados miembro puedan eximir a determinados cultivos, tipos de suelo o sistemas agrícolas del cumplimiento de los requisitos sobre labranza, cobertura del suelo y rotación/diversificación de cultivos (respectivamente GAECS 5, 6 y 7).

También podrían ser posibles exenciones específicas, ha explicado la Comisión, para permitir el arado para restaurar pastos permanentes en lugares Natura 2000 en caso de que sufran daños debido a depredadores o especies invasoras (BCAM 9). «Estas exenciones específicas pueden establecerse para todo el período de la PAC en sus planes estratégicos de la PAC, deben limitarse en términos de superficie y establecerse sólo cuando resulten necesarias para abordar problemas específicos. La Comisión Europea revisará las modificaciones necesarias para validar las exenciones y mantener la coherencia con los objetivos medioambientales generales de los planes», ha adelantado, detallando que, en casos extremos de condiciones climáticas adversas que impidan a los agricultores trabajar adecuadamente y cumplir los requisitos BCAM, los Estados miembro también pueden introducir excepciones temporales, que deberán tener una duración limitada y aplicarse únicamente a los beneficiarios afectados.

La Comisión considera que las propuestas de simplificación están «suficientemente calibradas» y orientadas a mantener un «alto nivel de ambición medioambiental y climática». Cree además que, para los agricultores, estas propuestas reducirán la carga relacionada con los controles e introducirán una mayor flexibilidad para el cumplimiento de determinadas condicionalidades medioambientales, mientras que las administraciones nacionales también se beneficiarán de una mayor flexibilidad para aplicar determinadas normas de una manera más compatible con las realidades agrícolas.

En un primer análisis sobre las medidas anunciadas por la Comisión, organizaciones agrarias como COAG ya han tildado de «insuficientes« las medidas propuestas.

La propuesta, explican, no aborda «uno de los grandes problemas», el de las importaciones de terceros países y su «competencia desleal y la presión que ejercen sobre los precios en el mercado interno, en ocasiones en el inicio de campañas y salida al mercado de productos agrarios españoles», explican fuentes de COAG, que reprochan que tampoco hace mención al mecanismo de regulación de mercado para garantizar unos precios rentables para los agricultores.

Las propuestas de flexibilización de la PAC son, dice COAG, «claramente ilustrativas de que la PAC no respondía desde el inicio ni a las necesidades de los agricultores y ganaderos ni tampoco a los retos medioambientales de materia realista y eficaz. Son meras capas burocráticas que han complicado la gestión al agricultor», sentencian.