en dueñas (palencia)
Arde la planta de Cascajares: «Mucha pena», pero «muy fuertes»
Los empresarios ya piensa en levantar «en tiempo récord» una nueva planta tras ver con cómo un incendio calcina por completo sus instalaciones en Dueñas (Palencia)
DUEÑAS (PALENCIA)
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Iniciar sesiónDerramadas todas las lágrimas posibles tras haber visto con «mucha pena cómo delante de mis narices se quemaban treinta años de historia», el presidente de Cascajares, Alfonso Jiménez, dirigía ya ayer su mirada al futuro. Lo hacía con la firme determinación de volver a levantar «en tiempo récord» una nueva fábrica ... , «el mejor Cascajares». «Muy fuerte. Más que nunca», todavía con las instalaciones en la localidad palentina de Dueñas humeando, ya tienen el plan de contingencia en marcha para resurgir literalmente de las cenizas y poner en pie una nueva fábrica, aún sin decidir si será en el mismo lugar. Hacerlo «para poder recuperar empleo, que es lo más sagrado que tenemos, recuperar la actividad económica y poder darle riqueza a nuestra tierra. Somos castellanos. Somos fuertes», sostenía ante unas instalaciones de las que apenas quedaron en pie las paredes de las oficinas y las chapas exteriores de la nave de embalaje. «Es un paso para atrás, pero para dar tres para adelante».
En el interior, todo calcinado: maquinaria, papeles, ordenadores, embalaje, productos elaborados... Los techos desplomados tras colapsar las naves de procesado y almacenaje de sus famosos pavos, pulardas, patos o capones, las columnas derretidas... La cuantía de las pérdidas, aún imposible de valorar. «Se ha quemado todo menos dos grandes cosas: la gente y la marca», sostenía Jiménez ante la calcinada planta, con el nombre en lo alto apenas tocado ni por el fuego ni el humo y al menos la satisfacción de no tener que lamentar daños personales.
Más de doce horas hasta su extinción
Más de doce horas tardaron los bomberos en dar por extinguido el incendio -por la tarde se quedó en el lugar un retén para sofocar posibles reproducciones- declarado sobre las tres de la madrugada por causas que se están investigando. En el interior había trabajando cinco personas del turno de noche «cortando carne» cuando uno dio el aviso. Pudieron salir sin sufrir daños gracias a que «el plan de evacuación funcionó».
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«Un motorcillo y unos palés ardiendo» en el exterior del recinto perimetrado fue la alerta que recibieron a esa hora en el parque de Venta de Baños, el más cercano a Dueñas. A su llegada, lo que se encontraron Alberto y sus dos compañeros también efectivos voluntarios fue una «intervención más compleja», pues las llamas ya estaban propagándose por el interior de la fábrica, por lo que requirieron refuerzos. Llegaron de Baltanás, así como profesionales de la Diputación, a las 4.40 reclamaron el apoyo de dotaciones de Palencia capital y efectivos de Paredes de Nava se sumaron de madrugada a los trabajos. Pero en dos horas, los 3.000 metros del complejo estaban afectados y las labores se afanaron a la vez en impedir que el fuego se extendiera a otras fábricas. Dentro del complejo, con el humo visible a kilómetros de distancia y un penetrante olor a la carne y papeles quemados, los embalajes acumulados en una de las naves fue lo que más tardó en apagarse. Los efectivos abrieron incluso «gateras» para atacar a la vez el fuego desde la escala y a pie de calle.
Actuación de los bomberos
«Agradecer a los bomberos lo rápido que han venido. Muchas gracias porque se juegan la vida por salvar las fábricas. No ha pasado nada a ninguno», resaltaba el máximo responsable de Cascajares, en el mismo día en el que voces como la del alcalde de Dueñas, Miguel Ángel Blanco (PSOE), lamentaba el «desastre» del que responsabilizaba a la «falta de medios por parte de la Diputación de Palencia». Por su parte, la presidenta de las institución provincial, Ángeles Armisén (PP), abogaba por esperar a tener el informe para evaluar las actuación.
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En un «día triste» el que «una empresa no quisiera vivir nunca», Jiménez reconocía «emocionado» los cientos de mensajes y llamadas de apoyo por parte de «todas» las administraciones, empresarios, vecinos y sus trabajadores. «Cómo lloraban a las seis de la mañana. Eso es cariño a la empresa. Se me ponen los pelos de punta», valoraba el responsable de la firma que distribuye sus productos por todo el mundo.
En el exterior, horas después, con rostros compungidos, aún en «proceso de negación» al ver con «impotencia» que no quedaba nada de lo que hasta el miércoles era su lugar de trabajo, seguían muchos de los 72 empleados -un centenar contando los indirectos-. Apenas les salían las palabras para describir un día «duro, muy duro», aunque «tranquilos» porque desde la empresa les daban «seguridad». También, a clientes, proveedores y consumidores.
Muchas empresas brindan sus intalaciones
«Muchísimas empresas» se ofrecieron ayer para brindarles sus instalaciones en este tránsito, entre ellas las de Empresa Familiar. También desde las administraciones. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, expresó su «máximo» apoyo a la firma agroalimentaria, para la que el Consejo de Gobierno declaró como «situación de especial y extraordinaria trascendencia y urgente actuación», de modo que se puedan reducir a al menos la mitad los plazos de los trámites y se garantice el respaldo «cien por cien» a los trabajadores, destacó también el consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, junto a las instalaciones calcinadas.
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