El campo agoniza por la subida «más dramática» de los costes
Las organizaciones agrarias piden al Gobierno que haga cumplir a la industria la ley para no tener pérdidas
Advierten de que muchas explotaciones ganaderas producen sin beneficios y están al borde del cierre
«La situación es crítica» y el campo ya no puede más. La «dramática» escalada de los costes de producción , sobre todo la disparada subida de la energía, de los combustibles, fertilizantes y piensos hacen que la factura a pagar sea cada vez ... más elevada al mismo tiempo que no ven subir los beneficios. El resultado es que se produce con pérdidas y los más afectados a día de hoy son los ganaderos de vacuno de leche , que, como mínimo para salir de los números rojos deberían cobrar seis céntimos más por litro de leche -lo producen a 0,40 y están cobrando 0,34-.
«Del verano para acá todo ha empeorado mucho», asegura el coordinador de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, que tiene claro que la «solución» a este pésimo escenario es algo «tan fácil» como que el Gobierno haga cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria .
Pero mientras eso llega, ya anuncian protesta en la calle para este mes de diciembre e incluso una huelga indefinida y centenares de explotaciones luchan por mantenerse a flote cuando ya están agotándose sus ahorros. Por eso, desde las organizaciones agrarias han solicitado ayudas urgentes a la Junta como medida para frenar la sangría y la Co nsejería de Agricultura ha reaccionado con 5,2 millones de euros que podrán llegar a todos los ganaderos de leche con apoyos de hasta 8.000 euros que les ayuden a paliar la subida desmesurada de los costes.
Irresponsabilidad de la UE
Desde Asaja han valorado ese respaldo regional y tienen claro que quien debe tomar cartas en el asunto es el Gobierno central ante la delicada situación de «miedo, preocupación e incertidumbre» del sector agrícola. Y es que los fertilizantes se han encarecido un 300 por cien; la electricidad, un 200; el gasóleo ha duplicado su precio y los piensos cuestan ya entre un 30 y un 40 por ciento más. También la sementera de este año es «la más cara de la historia», explica su presidente en Castilla y León, Donaciano Dujo. Pero es que, además, hay «temor» a la carencia de determinados productos y en la maquinaria y los aperos también comienzan a notar el aumento del coste del hierro.
«No entendemos que esto pase en el siglo XXI» , expresa, antes de achacar gran parte del problema a las «irresponsables» políticas de la Unión Europea, que buscan primar «lo medioambiental», pero perjudican al sector primario. «No se puede proteger al lobo y destruir al ganadero . En Navidad la gente consume lácteos y corderos, no lobos», resume al respecto, antes de demandar que de forma «urgente» el Gobierno intervenga para «controlar unos costes de producción abusivos» porque en la situación actual, con 50.000 euros de pérdidas al año, muchas explotaciones son ya «inviables»y porque «más tarde o más temprano» se repercutirá en el consumidor.
Un plazo de tres meses
«En Castilla y León no podemos permitirnos ningún cierre más», explica , por su parte, el secretario general de UPA, Aurelio González, que coincide en un diagnóstico «muy complicado» con el resto de organizaciones agrarias. Y alerta de que el futuro es más bien negro, sobre todo para los ganaderos. «Con los seis céntimos de diferencia entre el coste de producción y lo que ganan, en tres meses desaparecerán una gran parte de las 900 explotaciones que hay en Castilla y León», advierte. Añade además a las granjas avícolas como grandes perjudicadas y a los agricultores porque, pese a que el precio del cereal no se ha resentido, muchos ya habían vendido la cosecha con valores menores.
«Pedimos un precio justo y reivindicamos ante la sociedad que somos esenciales », explica como representante de un sector que hay «que proteger» ante el riesgo de que vaya a la quiebra y haya que importar los productos. «Entonces sí nos vamos a enterar de lo que valen las cosas», alerta, antes de asegurar que, si eso ocurre, también hay el riesgo de « desabastecimiento en el futuro y mucho peor que ahora».
Y es que con la subida de la luz, de los abonos, del gasóleo y los problemas de transporte se produce la «tormenta perfecta» para hacer la «vida imposible» al sector agrario , reconoce el líder regional de COAG, Lorenzo Rivera, quien augura que con «este disparate de precios» los ganaderos y agricultores de Castilla y León no podrán competir en un mercado global. Consciente de que se trata de una «crisis mundial» que ha revolucionado todo, también el campo, arremete contra las políticas de la UE que han llevado a la «deslocalización». «Lo poco que queda lo tenemos que mantener, porque nuestro medio rural lo necesita», concluye.
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Adoración García en su explotación ganadera
«Me jubilo el año que viene; si no cerraría»
Después de 38 años dedicados a la ganadería en la provincia de Ávila , Adoración García asegura que «jamás ha conocido una situación como esta». El incremento de los costes ha tenido una «repercusión brutal» en las cuentas de las explotaciones ganaderas hasta tal punto que, Adoración, asegura que cerraría su negocio si no se jubilase el año que viene. «No nos podemos levantar todos los días a las 6 de la mañana a perder dinero» , lamenta, tras recordar que están pagando un 25 por ciento más «principalmente por la alimentación» del ganado. El segundo sobrecoste «más importante» es la subida del precio del gasóleo y de la electricidad. «La necesito para ordeñar y para enfriar la leche», asegura, pero además el incremento del salario mínimo también lo han notado, ya que tiene dos empleados.
Además, recuerda que en Ávila han sido muchas las explotaciones que han realizado inversiones tecnológicas «importantes» en los últimos años y a todo lo demás se suman las deudas que tienen que abonar. Por ello, exige al Ministerio que «no se ponga de perfil» , que «busque soluciones» y obligue a «cumplir la ley».
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David Garrido en una de sus tierras en La Mudarra (Valladolid)
«Pagaba 2.000 euros de luz y ahora 6.000 por lo mismo»
La factura de la luz y del gas se ha multiplicado en los últimos meses para David Garrido. Por la actividad de agricultura que realiza en La Mudarra (Valladolid) el año pasado gastó 2.000 euros. «En 2021 estoy pagando 6.000 por lo mismo», detalla, pero también le afecta el incremento del precio del gas porque hay abonos que lo necesitan y el gasto en nitrato ha pasado de 200 a 700 euros.
«Todo esto implica miedo a sembrar determinados productos» , indica, sobre todo de cereal, porque desconocen cómo irá la campaña. «Estamos haciendo mucha inversión y no sabemos lo que nos va a venir», relata David, que se dedica al cultivo de cereal y la colza. Por eso, muchos agricultores están optando por sembrar legumbres, que no requiere tanto gasto actualmente, o por dejar barbecho, pero, advierte, que lo que eso puede suponer es un desabastecimiento y «escasez» de productos.
Sufren también el encarecimiento del gasoil y la subida del Salario Mínimo Profesional para pagar a los trabajadores. En ese apartado, los agricultores se enfrentan además a otro obstáculo, la falta de mano de obra para las actividades agrícolas. «La gente no quiere trabajar en el campo» en una profesión que requiere sacrificio y que se enfrenta a una de las peores crisis que ha sufrido a lo largo de su historia.
Y ante este panorama, este agricultor vallisoletano reclama apoyo para una actividad que supone la supervivencia del medio rural o que al menos no se le pongan más palos a a sus ruedas. Conoce también el difícil escenario al que se enfrentan compañeros de la ganadería. «Hay algunos con 50 o 55 años que, si no tienen relevo, están decidiendo cerrar» , señala.
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Roberto Fernández, en su explotación ganadera en Dehesa de Romanos (Palencia)
«Nos ha subido todo y lo que nos pagan por la leche, nada»
«El mayor problema lo tenemos en las materias primas», reconoce el ganadero Roberto Fernández, que desde la explotación que posee junto a otros dos hermanos han visto incrementarse en 1,25 euros el coste por vaca y día en los últimos meses . La subida de los piensos, de la electricidad, del combustible y los salarios ha hecho que la factura a pagar todos los meses haya crecido desmesuradamente. «Nos han subido todo y lo que nos pagan a nosotros por la leche, nada, ni un céntimo», lamenta desde Dehesa de Romanos en la provincia de Palencia.
«Nosotros tenemos la suerte de que dos sobrinos jóvenes se quedarán con la explotación», relata, y, de no ser así, se tendrían que plantear si siguen adelante con el negocio, ya que el futuro parece muy negro para el sector.
«La situación se va agravando cada día más y no nos dan ninguna solución », manifiesta sobre la situación que está atravesando el sector agrario, pero sobre todo el de vacuno de leche.
Con 700 animales y un total de ocho empleados, desde esta explotación palentina reconocen que la Junta de Castilla y León sí les apoya, pero «hasta que la industria» no les aporte más por la leche el problema tiene difícil arreglo. «Al consumidor le han subido todo, menos el precio de la leche y todo porque la industria no quiere», expresa Roberto Fernández, quien tiene claro que, al menos, deberían recibir seis céntimos más por litro para poder «empezar a ganar algo» con una actividad que se ahoga cada día más.
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Adrián Fernández, junto a su tractor en Pitiegua (Salamanca).
«No sé que va a pasar con la agricultura. Lo veo complicado»
Pese a ser consciente de que es la ganadería de vacuno de leche la que se está llevando la peor parte de la crisis sin precedentes que atraviesa el campo , Adrián Fernández, con muchos años de trayectoria en la agricultura, se pregunta ahora «qué va a pasar» con la actividad a la que ha dedicado su vida en Pitiegua (Salamanca).
«Lo veo muy complicado», indica, porque a una situación que de por sí no era boyante se añade ahora la subida de los costes de producción. En su caso, padece la subida del precio del combustible y también el de los abonos. «El año pasado pagábamos 200 o 210 euros por tonelada de abono y en este ha subido a 630» , asegura, lo que conlleva un sobrecoste que no sabe como repercutirá en el precio final que percibirá por su cosecha, porque «tampoco sabemos cómo va a ir la cosa», explica en referencia a la meteorología. De momento, « los gastos ya están hechos» y los «costes grandes» en combustible y abono también los ha realizado ya con la incertidumbre de si conseguirá cubrirlos con los beneficios que obtenga.
Por temor a que las facturas sean demasiado altas y las cantidades obtenidas no sean suficientes para hacerles frente, muchos están optando por cambiar de cultivos, relata. «Hay zonas que se están quedando en barbecho, otros han sembrado guisantes o garbanzos....» como medida para intentar paliar la difícil situación. asegura Adrián, quien relata que pese a que el precio del cereal no se ha resentido e incluso ha subido, su producción estaba ya vendida antes y no le ha repercutido.