'Maquis', la película rodada en Castilla-La Mancha, premiada en certámenes cinematográficos de varios países

Sigue palpable el reconocimiento hacia las luchadoras de antaño. Así lo ha demostrado la película 'Maquis, el silencio', que desde que se estrenó en 2020, ha atravesado un largo camino de premios y nominaciones (Los Ángeles, Londres, Gales, Málaga) en certámenes cinematográficos, además de proyecciones en festivales (Nueva York, California, Argentina, Lugo). El último galardón otorgado fue en octubre de 2022 en México a Zaida Alonso, en categoría de mejor actriz. También los hubo a mejor película, guion, edición, fotografía y actriz de reparto.

En estas fechas postreras al Día Internacional de la Mujer, ABC ha hablado con dos de los artífices de esta película filmada en Castilla-La Mancha: Rubén Buren, director, y la propia Zaida Alonso, sobre el balance que han hecho de la experiencia.

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Durante el rodaje de la película, el equipo se ensimismó en su labor, a fin de acabar el proyecto que habían comenzado con ilusión y medios más bien escasos, pero no sospecharon el éxito que les deparaba el futuro: «sólo pensábamos en que no se rompiese nada (risas) porque teníamos un presupuesto tan pequeño que fuimos sin parar a toda velocidad. Las actrices del equipo, cuando vieron la película terminada, me dijeron: «ah, por fin hemos entendido la película que tenías en la cabeza» y están todas muy contentas. Sabíamos que estábamos haciendo algo inédito por todas las negativas que nos habían dado las productoras: «¿pero es que no va haber hombre en la película?», «las actrices en qué serie de Netflix salen», etc… Estamos muy orgullosos del trabajo y el esfuerzo», comenta Rubén Buren.

La misma sorpresa denota la respuesta de Zaida Alonso cuando habla del cursode los acontecimientos: «es muy emocionante ver cómo nuestra humilde película ha atravesado fronteras y ha logrado tocar el corazón de personas de todo el mundo. Y creo que lo hace porque es una película hecha precisamente desde el corazón. Y eso es algo que sí que creo que teníamos claro mientras la rodábamos, porque éramos conscientes de que todas estábamos poniendo un poquito de nuestra alma en ella, y también porque la sentíamos como un homenaje a nuestras abuelas y en general a las mujeres de la posguerra, tantas veces olvidadas por la historia. Yo personalmente confiaba muchísimo en el potencial de la película, pero sí que es cierto que no me imaginaba que tuviera un recorrido tan largo por festivales internacionales.»

Con esta película se estrenó como director Rubén Buren, quien espera que «vengan más», y pondera varias claves como el haber hecho «una película pequeña que haya logrado colarse en el imaginario de tanta gente» y una película donde se ve «mucha guerrilla y mucho amor». Se siente afortunado porque «casi todo el equipo principal ha recibido algún premio, y eso es un regalo de la vida».

Como aportación principal al panorama cinematográfico habla del hecho de ser una película donde «solo salen mujeres, con conversaciones de mujeres, conflictos de mujeres» y, añade, «una película de memoria sin partidismos ridículos».

La película tampoco ha pasado desapercibida en la vida de Zaida Alonso. Comenta que está «enormemente agradecida» a los festivales que han reconocido su trabajo interpretativo, «aunque creo que el mayor premio es trabajar en la profesión y el entrenamiento diario de los actores y actrices que muchas veces no se ve», añade. De su actuación se lleva «el privilegio no sólo de poder contar la historia de una mujer luchadora, revolucionaria e idealista en la España de 1949, sino también de formar parte de un elenco exclusivamente femenino, con compañeras excepcionales para dar voz a una parte silenciada y olvidada de la historia, la de las mujeres víctimas anónimas de la guerra civil y la posguerra».

De su colaboración con las demás actrices, Alonso recuerda que durante el rodaje fueron una «familia de verdad», con Paloma Suárez y Fátima Plazas, suegra y cuñada en la ficción, con las cuales ya tenía creado un «vínculo precioso», y de «sororidad» con Plazas (Sagrario en la ficción) que se guarda como «referente para futuros trabajos por el cariño y complicidad que logramos delante y detrás de la pantalla».

La gran aportación de la película en su opinión fue «tener un elenco exclusivamente femenino para contar una parte de la historia que nos ha llegado normalmente a través de una mirada masculina, obviando y olvidando a una generación de mujeres que tuvieron que lidiar con la represión y la hostilidad, que son a las que esta película quiere dar voz».

En 2019 los escenarios de rodaje fueron seleccionados en Madridejos (Toledo) y Luzón (Guadalajara). Pidiendo a los protagonistas que trajeran a la memoria los momentos aquí vividos, Buren indica «uno de los momentos más bonitos cuando los vecinos de Luzón se reunieron en la plaza del pueblo para ver la película. Fue maravilloso ver la alegría de reconocer los rincones de su pueblo, mezclados con la tristeza inherente de la película. Se creó algo mágico aquella noche». El equipo volvería a grabar en estos lugares: «de hecho alguna vez hemos vuelto a comer, invitados por la gente del pueblo. Para ellos y para nosotros fue un descubrimiento mutuo».

Alonso agradece a «las vecinas de Luzón y Madridejos que también dejaran un trocito de su corazón y nos brindaran todo su apoyo y hospitalidad», y «nos abrieran las puertas de par en par».

Con motivo de las celebraciones del Día de la Mujer, los protagonistas dejan sus mensajes a las mujeres de antes y ahora que luchan por la igualdad. Buren sugiere «que no se pierdan en el silencio, que alcen la voz siempre», a lo que añade preocupado que «tenemos una sociedad cada vez menos reflexiva», y espera que «dentro de pocos años dejemos de celebrar el Día Internacional de la Mujer, eso significará que se encuentra normalizado y vivamos la igualdad de la diferencia en paz». Añade que «hay que luchar contra el pensamiento único del feminismo que pretende algunos partidos. Las mujeres no son una idea, son millones, todas diferentes y todas válidas». Ruben tiene dos hijas con su compañera Fátima Plazas, actriz en 'Maquis', y desea que «vivan libres, sin ataduras, con todas las oportunidades que puedan tener».

Por su parte, Zaida Alonso envía un mensaje de «agradecimiento a todas ellas por desbrozar el camino que ahora podemos transitar, aunque quede aún mucho por hacer. Sigamos luchando unidas por nuestros derechos. Ojalá pronto no sea necesario dar voz a personajes femeninos silenciados por la historia».