Pedro Sánchez elude las discrepancias con Page y le ofrece su apoyo y el de la cúpula de Ferraz

Sánchez ha hecho en Toledo la segunda parada de su gira por los congresos territoriales del PSOE que le llevarán por toda la geografía española, excepto Cataluña. Tras su visita a Asturias del viernes con Adrián Barbón, el líder de los socialistas ha recalado en Toledo, rodeado de fuertes medidas de seguridad, para acompañar al PSOE de Castilla-La Mancha y a su líder, Emiliano García-Page, uno de los barones socialistas más críticos del sanchismo, y que aspira, de nuevo, a revalidar sin problemas su cargo. Había expectación por el recibimiento al presidente del Gobierno en la capital de Castilla-La Mancha, en donde el poder de García-Page es inmenso, porque se llegó a dudar de la presencia de Sánchez por las diferencias públicas en asuntos como la financiación autonómica y la amnistía. Finalmente, los dos líderes se han tenido que ver las caras y han escenificado, sin grandes alharacas, su compromiso con el PSOE. De hecho, ni siquiera se han sentado juntos en el auditorio. Pedro Sánchez ha llegado para cumplir con el trámite flanqueado por la delegada del Gobierno, Milagros Tolón, siempre fiel a Pedro Sánchez, y por la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, y ya en la sala se ha sentado con los dos expresidentes de Castilla-La Mancha, José Bono y José María Barreda.

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El PSOE de Castilla-La Mancha ha marcado territorio con un vídeo en el que reivindicaba la gestión del Gobierno autonómico y, sobre todo, la igualdad entre los españoles. Sin embargo, Pedro Sánchez, por su parte, ha eludido referirse a las grandes discrepancias que mantiene en materia de financiación autonómica y optó por elogiar a García-Page y también su propia gestión al frente del Gobierno de España que, según dijo, «ha concedido 12.000 millones más a Castilla-La Mancha que el Gobierno de Mariano Rajoy».

De hecho, la federación castellanomanchega ha elegido como lema «La fuerza de la igualdad», con el que pretenden mostrar su distancia con la financiación singular para Cataluña que plantea el acuerdo firmado el pasado verano entre el PSC y ERC, avalado por el Gobierno de Sánchez. En la ponencia que lleva el PSOE de Castilla-La Mancha al congreso, defienden que solo aceptarán un modelo con igual financiación por habitante, con el criterio de población ajustada. Además, reclaman un fondo transitorio de compensación hasta la aprobación del próximo modelo para las regiones «objetivamente infrafinanciadas», como es su caso.

El presidente del Gobierno ha llegado con otro objetivo: animar a los suyos de cara a las difíciles citas electorales que se presentan y reclamarles «trabajo político y orgánico hasta 2027 porque tenemos que echar el resto para una década decisiva en la que está en juego si la democracia avanza o retrocede».

Después, y a puerta cerrada, Emiliano García-Page ha presentado ante el congreso su informe de gestión, que, según fuentes del PSOE, ha concluido con una gran ovación en pie de varios minutos. García-Page, al parecer, ha defendido su organización política, con todos sus componentes. «Vamos a proteger la rosa y vamos a hacer que brille más roja y cuidada, y en más pueblos de Castilla-La Mancha. Y para que la rosa sea favorita, a nosotros nos va a tocar defender las espinas», ha dicho a sus militantes. Este domingo, en la clausura del Congreso, en el que revalidará su cargo como secretario regional del PSOE, ofrecerá un discurso público en el que se espera que vuelva a marcar distancias con Pedro Sánchez.

Desde el PP, su presidente regional, Paco Núñez, ha lamentado en sus redes sociales que García-Page «haya dejado pasar la ocasión de reclamar, cara a cara, a Sánchez una financiación justa para Castilla-La Mancha y no haya dicho tampoco su famoso ‘hasta aquí’ con el presidente del Gobierno delante. Parece que este 2025 nos traerá titulares de prensa, pero pocas acciones frente a Sánchez. Emiliano, decepcionando desde el inicio de año».

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