Finca Río Negro presenta Cerro del Lobo, un vino de altura digno de una especie protegida

Un ejemplo de ello es el Cerro del Lobo, una parcela de Finca Río Negro , donde por primera vez se tuvo constancia de la presencia de esta especie protegida, situada en una ladera de pronunciada pendiente delimitada por dos arroyos. De ese lugar es del que toma nombre ahora el nuevo vino de la bodega que se llama igual que ese bello paraje. Allí se plantó en 2005 un viñedo de la variedad Syrah, una de las variedades que mejor se ha adaptado a un terruño ubicado a 1.000 metros de altitud, uno de los más elevados desde el centro peninsular hasta el norte de Europa.

Todo ello es resultado del buen trabajo realizado por la familia Fuentes, que lleva dos décadas recuperando la tradición vinícola y vitivinícola de Cogolludo. Con su visión propia de elaborar 'vinos de finca', consiguen producir un vino blanco y, a partir de ahora, cuatro tintos con la incorporación de Cerro del Lobo reconocidos internacionalmente.

El viñedo de este último está plantado en una ladera del cerro con una orientación y unas condiciones muy particulares, que le dan «unas características únicas y muy especiales» que dan como fruto un vino monovarietal artesanal de altura que ahora ha visto la luz con su primera añada, explica a ABC el portavoz de la bodega, Fernando Fuentes. « Cerro del Lobo 2018 transmite la autenticidad de Syrah en nuestra finca familiar. El viñedo nos demandaba un vino que reflejase todo su potencial y, como resultado, es un tinto profundo y complejo que muestra nuestro particular terruño. En tan sólo unas semanas, ha recibido altas puntuaciones en las guías más prestigiosas», afirma.

A través de procesos hechos a mano, Finca Río Negro consigue con Cerro del Lobo un tinto de corte continental, con aroma intenso, profundo y complejo. En nariz se distinguen notas de fruta negra, moras, grosellas, balsámicos, aceitunas negras, especias, vainilla, tabaco y tostados. De tonalidad rojo cereza con ribetes violáceos, con alta intensidad de color, en boca es fresco, sabroso, persistente y cremoso.

De este modo, Cerro del Lobo se suma a la cartera de la bodega ubicada en Cogolludo, completada con 5º Año -su vino tinto más exclusivo-; Finca Río Negro –referencia que habla del origen y el saber hacer del proyecto vitivinícola que representa–; 992 -inspirado en la altura del viñedo, situado a 992 metros sobre el nivel del mar que toma su nombre de la altitud– y Gewürztraminer –su único blanco–.

Entre sus últimos proyectos, además, Finca Río Negro trabaja, junto con el Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (Ivicam) y la Universidad de Castilla-La Mancha , en la recuperación de Tinto Fragoso, una uva autóctona de Cogolludo, única en el mundo y autorizada ya para la elaboración de vinos. Las primeras dos viñas de esta variedad fueron descubiertas allí en 2006, pero, según cuenta Fernando Fuentes , no entró en la bodega hasta el 2017, desde cuando llevan haciendo pruebas con ella en dos barricas de roble francés.

«Tiene un gran potencial, con aromas muy diferenciales y un ciclo más largo que la uva Tempranillo -la variedad emblema de Finca Río Negro-, lo que le da más frescor y un perfil varietal muy marcado», asegura el portavoz de la bodega, que informa de que ya contaban con 1,8 hectáreas de este viñedo en injertos, pero anuncia que para la próxima campaña sumarán otras 1,9 hectáreas para realizar más pruebas con ella.

Además, El Centro de Investigación, Estudios, Protección, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña (Cervim) ha incorporado a Finca Río Negro como nuevo miembro del organismo y reconoce la labor por su viticultura de montaña y heroica. Cervim destaca su compromiso por recuperar la tradición vitícola de Cogolludo. Con su presencia en el prestigioso organismo internacional, es la única bodega del centro peninsular adherida, sumándose así a las principales regiones vitivinícolas españolas –como DOCA Priorat, Ribera Sacra e Islas Canarias– y del mundo, situadas en zonas montañosas donde la viticultura es considerada «heroica», con un territorio y una climatología característicos que imponen condiciones de cultivo extremas.