Susana Díaz contesta al encargo de Pedro Sánchez a Ábalos para derribarla como líder del PSOE andaluz: «Es muy jodido»

«Para mí lo más fuerte ha sido verlo transcrito, que ya no era lo que yo pensara o lo que me hubieran dicho o lo que te hubieran contado, sino que verlo transcrito es muy jodido, usando uno de los términos que aparecen ahí, pero insisto no tengo rencor». Así ha respondido este lunes la expresidenta de la Junta de Andalucía a la publicación de los mensajes de la cuenta de WhatsApp de Ábalos en el año 2020, cuando Susana Díaz todavía era secretaria general del PSOE andaluz y jefa de la oposición con aspiraciones de repetir como candidata de su partido en las elecciones autonómicas para tratar de desbancar al presidente Juanma Moreno (PP).

En el programa 'Espejo Público', de Antena3, Susana Díaz ha relatado que los mensajes «vienen a ratificar que lo que pasó allí todo el mundo ya lo sabe y ha quedado meridianamente claro». «Esto supera la ciencia ficción del 'Cónclave'», ha ironizado, en alusión a la película dirigida por Edward Berger que narra las intrigas y las luchas de poder que se desarrollan durante el proceso secreto de elección del nuevo Papa tras la muerte del anterior.

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El 6 de noviembre de 2020, Ábalos le cuenta que Juan Cornejo, el 'número dos' de Susana Díaz en la federación andaluza, «le dijo a Santos [Cerdán] que somos unos hijos de puta». El secretario de Organización de Sánchez apuesta por abrir «un periodo nuevo, con gente nueva». Esa misma noche, el presidente del Gobierno le escribe a su mano derecha, «La otra, Susana, sí que está jodida», según ha publicado 'El Mundo'.

La expresidenta de la Junta de Andalucía narró el pasado mes de octubre que José Luis Ábalos «se pegó 15 días en un hotel para ganarme las primarias» de los socialistas andaluces que se celebraron en junio 2021 para elegir al cabeza de lista en los siguientes comicios autonómicos. El desenlace es de sobra conocido: Juan Espadas venció con 16,7 puntos de ventaja sobre su contrincante y puso fin a la etapa de Susana Díaz al frente de la federación socialista con más militantes de España, aunque ya no es la más influyente dentro del partido.

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Hoy Espadas, entonces candidato oficial de Ferraz, ya es historia. Sánchez ha lanzado a María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, para aplacar la división en el seno del PSOE andaluz, recuperar terreno electoral tras cuatro derrotas consecutivas y desbancar a Moreno como presidente andaluz.

En su intervención en el programa donde colabora como tertuliana, Susana Díaz quiso pasar página a esta etapa amarga. «Yo no tengo rencor. Por eso estoy feliz, pero no quiero mirar al pasado porque aquello fue desmasiado jodido y duro», ha reiterado. Dicho esto, la senadora socialista ha confesado que «el daño que pasó no lo quiero ni narrar porque no lo quiero revivir». «Aquello fue tan brutal que afortunadamente lo pude superar y habéis sido muchas personas que me habéis ayudado dentro y fuera del partido y tengo el cariño de muchos militantes de PSOE», ha contestado a la periodista Susanna Griso, que la ha entrevistado en directo en el programa.

Aunque no quiso hacer leña ni lanzar reproches a toro pasado, la expresidenta andaluza ha marcado distancias con Pedro Sánchez al dejar claro que no compartía su estrategia política cuando Pedro Sánchez fue defenestrado como líder del PSOE en aquel desgarrador comité federal del 1 de octubre de 2016, del que luego resurgió, ni tampoco comparte la visión política del presidente en este asunto por similares motivos.

Susana Díaz sigue pensando lo mismo y volvería a actuar de la misma manera que lo hizo. La dimisión de Sánchez como secretario general vino precedida de una fuerte discusión en un comité federal en torno a «si merecía la pena gobernar a cualquier precio y con cualquiera», ha rememorado la senadora. Ése el quid de la cuestión. «Fue el origen de todo lo que vino detrás. Había compañeros y compañeras que pensábamos que gobernar a cualquier precio no era el sentido y el valor de un partido como el socialista. Eso era lo mollar de la discusión: si valía gobernar con cualquiera y a cualquier precio. Y algunos manteníamos una posición y otros, otras. Y yo sigo manteniendo la misma posición y en eso no he cambiado», ha relatado.

«La madurez política me la ha dado la templanza, el entender que con sosiego se ven las cosas de otra manera y hoy veo muchas cosas de otra manera y seguramente pues también me ha dado la posibilidad de que la gente me vea de otra manera». No obstante, la expresidenta andaluza ha precisado que sus convicciones «no han cambiado» y que «lo que pasó hoy no pasaría».

A diferencia de Rodrigo Díaz de Vivar, El Campeador, del que cuenta la leyenda que obtuvo una victoria frente a los almorávides después de muerto, atado al arzón de su caballo, Susana Díaz fue derrotada en las primarias en una operación orquestada desde Ferraz por el propio Sánchez a través de su 'lugarteniente' Ábalos. Pero a la exlíder del PSOE andaluz al menos le queda el consuelo de que políticamente ha 'resucitado' después de haber sido dada por amortizada. «Nadie puede imaginar que volviera a resurgir. Y lo he hecho porque no soy rencorosa», ha confesado. No es el Cid, pero no está muerta políticamente. Es el mensaje que ha trasladado a los que quisieron enterrarla.