Testigo del supuesto acoso a Teresa Rodríguez: «Fue una broma de mal gusto»

De este modo, fuentes del caso han informado a Europa Press de que la juez de Instrucción número 11 de Sevilla ha tomado declaración en la tarde de este martes al presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, a un empresario y a una trabajadora de la Cámara que presenciaron los hechos denunciados.

En declaraciones a los periodistas, el abogado del empresario investigado, José Manuel García-Quílez, ha señalado que las declaraciones de estos tres testigos «no han arrojado ninguna sorpresa» porque los hechos fueron grabados por las cámaras de seguridad que tiene instaladas la Cámara en su sede, grabaciones que han sido entregadas al Juzgado.

En este sentido, ha dicho que los testigos «han corroborado lo que las grabaciones reflejan», en las que se puede observar «un incidente» en el que su cliente «se aproxima a Teresa Rodríguez para simular que la besa poniendo su mano de por medio», de forma que «no se aprecia que la llegue a tocar».

«Todo el mundo entendió en su momento que era una broma de mal gusto» , y estas «no están recogidas en el Código Penal en ningún artículo», ha aseverado el letrado, que ha opinado que los hechos «se han magnificado de una manera desorbitada».

El abogado ha recordado, asimismo, que su patrocinado «se arrepintió públicamente antes de conocer que hubiera ninguna queja o molestia» por parte de Teresa Rodríguez y dijo que «se encontraba bebido y que había protagonizado una broma de mal gusto que j amás volvería a repetir» , por lo que existió «un arrepentimiento espontáneo».

Para finalizar, García-Quílez ha informado de que, entre el martes y el miércoles, solicitará a la juez que cite a declarar al empresario, que el pasado día 11 de mayo compareció ante la instructora y se acogió a su derecho constitucional a no declarar porque «no se encontraba en ese momento en las debidas condiciones por su enfermedad».

De su lado, el abogado de Teresa Rodríguez, Luis de los Santos, ha indicado a los periodistas que tanto el presidente de la Cámara de Comercio como la trabajadora «han sido muy contundentes» y en el caso de Francisco Herrero ha «reprobado ese tipo de acciones» , relatando ambos que el empresario «le puso la mano encima, le tapó la boca y simuló besarla tras empujarla».

«BROMA DE MAL GUSTO»

Estos dos testigos «han contado lo que Teresa Rodríguez denunció ante la Fiscalía», ha manifestado el letrado, que ha precisado que el tercer testigo, en concreto un empresario, «ha intentado rebajar lo que sucedió, tal y como está intentando hacer la defensa», como es «rebajar, no negar los hechos, quitarle hierro, es una broma de mal gusto, no hay violencia...».

«Se han cometido delitos, lo que tiene que hacer es reconocer los hechos y pedir perdón, no a Teresa, sino a todas las mujeres de este país, porque hechos como ese lo único que hacen es justificar la violencia machista sobre las mujeres», ha indicado el abogado, que ha aseverado que los hechos «no los niega nadie» .

De ese modo, tanto Francisco Herrero como la trabajadora de la Cámara han relatado los hechos tal y como se recogen en la denuncia, mientras que el tercer testigo, al que el investigado «conoce desde hace 40 años», ha «rebajado» lo sucedido «y ha repetido muchas veces lo de broma de mal gusto».

«Queremos que reconozca los hechos, que llegue a algún tipo de conformidad con la Fiscalía, y dar un mensaje a la sociedad de que estos hechos no se vuelvan a producir ni con Teresa Rodríguez ni con ninguna mujer anónima en este país», ha afirmado Luis de los Santos, que ha considerado que la declaración de Teresa en esta causa no es necesaria, aunque «tampoco hay ningún inconveniente en que venga y exponga lo que ocurrió allí».

Para concluir, ha asegurado que si empresario «se conformara y pidiera perdón, se podría acabar todo esto aquí» y «dar un ejemplo a la sociedad para que esto no vuelva a suceder nunca más, ni con personas importantes ni con personas anónimas».

Recientemente, la instructora rechazó la petición realizada por el abogado del empresario para que citara a declarar a la propia Teresa Rodríguez al entender que no es procedente porque la denuncia de los hechos partió de la Fiscalía de Sevilla, una decisión que ha sido recurrida.

En la denuncia, el Ministerio Público considera que los hechos podrían ser constitutivos de un delito contra la libertad sexual o de atentado a la autoridad.

En este sentido, la Fiscalía asevera que «por el designio que se supone perseguido por el denunciado y por las circunstancias concurrentes» en el caso, la conducta del empresario podría tener encaje, asimismo, en el tipo penal del artículo 173.1 del Código Penal, que impone pena de prisión al que infligiere a otra persona un trato degradante, menoscabando «gravemente» su integridad moral.