La sentencia más esperada del caso ERE, alto secreto

Han pasado ya diez meses desde que el presidente del tribunal, Juan Antonio Calle Peña , pronunciaba las mágicas y esperadas palabras: «Visto para sentencia». A las 14.15 horas del pasado 17 de diciembre, justo un año y cuatro días después de su inicio, acababa el segundo del juicio más largo de la historia de España. El récord lo tiene el macroproceso del caso Malaya . Atrás quedaban 152 sesiones de juicio y más de 120 testigos y nueve peritos que desfilaron por la cuarta planta de la Audiencia de Sevilla.

«Esto no ha terminado», expresaba a los periodistas con alivio, tras abandonar la sala, el expresidente José Antonio Griñán , quien se enfrenta a seis años de cárcel, mientras su amigo y antecesor en el cargo, Manuel Chaves , podría ser inhabilitado durante diez años. Ambos ocuparon la primera fila de un banquillo donde les acompañaron seis exconsejeros y 14 ex altos cargos más, que se convirtieron en 13, porque Antonio Estepa , exsecretario general de Hacienda, fue exculpado en la recta final del primer juicio del caso ERE.

Un año de sesiones, con declaraciones exculpatorias de los acusados y argumentos a favor de los peritos de parte, no cambió el relato de la Fiscalía Anticorrupción. Su tesis es que la antigua cúpula de la Junta ideó y mantuvo durante una década un sistema que desactivó los controles de los interventores para conceder y pagar ayudas de forma opaca.

El sistema del caso ERE fue, a juicio del Ministerio Público, «un ejercicio arbitrario de poder» que consumió 680 millones de euros que «nunca debieron salir de las arcas públicas» . Para las defensas, en cambio, no hay pruebas por escrito que demuestren el conocimiento de las irregularidades y niegan que el procedimiento fuera delictivo. La última palabra la tendrá el juez Calle Peña y la plasmará en esos 1.000 folios que marcarán el devenir para las más de 180 piezas de la macrocausa –tantas como empresas subvencionadas– aún están en instrucción.

El tribunal, integrado también por Encarnación Gómez y Pilar Llorente , ha extremado las garantías para que no quede ninguna rendija abierta por la que pueda escaparse su contenido. Ningún letrado consultado por este periódico se atreve a aventurar de qué lado caerá la pelota. Sí coinciden en que la sentencia del procés añade más presión al tribunal de los ERE y no esperan que la resolución se conozca antes de la campaña de las elecciones generales del 10 de noviembre.

El juicio por el desafío sececionista ilegal se extendió durante 52 sesiones y cuatro meses, el mismo tiempo que tardó el juez Manuel Marchena en resolverlo. El fallo del caso ERE aguarda ya diez meses. «Es tiempo más que suficiente; no hay razón para aguantarlo más», se impacientaba un abogado.

Hasta el día 27, Peña Calle está liberado de otras funciones para redactarla. A partir de entonces, empieza la cuenta atrás. «No puedo asegurar que esté para el 26 de octubre. Lo que hemos hecho es autorizar una exención que nos pidió el ponente porque necesitaba una liberación de funciones hasta el 27», aseguró el presidente del TSJA, Lorenzo del Río , que se reunió con el tribunal el pasado 11 de septiembre.

Es «una sentencia muy compleja en la que se está trabajando sin parar» porque tiene « muchos flecos y muchas lecturas y relecturas para que no haya necesidad de errores y aclaraciones», añadió Del Río, que sigue muy de cerca los pasos del fallo más difícil de la historia de la democracia en Andalucía.