La Junta zanja la presión de Vox poniendo fecha a las elecciones en Andalucía

Ante semejante órdago, la respuesta de la Junta ha sido fijar, de manera simbólica, las elecciones para el domingo 27 de noviembre de 2022. Es decir, no sólo hace oídos sordos a su petición sino que su voluntad, expresada ayer por el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo (PP), es la de escoger la fecha más lejana en el calendario para agotar la legislatura. Moreno, al que le corresponde firmar el decreto de disolución del Parlamento y la convocatoria electoral, va a apurar al máximo el plazo legal.

«¿Quiere un fecha de las próximas elecciones? 27 de noviembre de 2022, porque es el último domingo que se podrían convocar, agotando la legislatura», anunció Bendodo antes de inaugurar la sala de exposiciones temporales del Museo de Málaga Eugenio Chicano . En los corrillos con periodistas durante el pasado pleno parlamentario, el también portavoz del Gobierno ya había apuntado esta fecha para cortar de raíz las especulaciones.

«Con este mensaje queda ya zanjada toda esta historia del adelanto electoral», remató Bendodo, quien recordó que el Gobierno «tiene un mandato de los ciudadanos para dotar de estabilidad a Andalucía y cambiar todo lo que era el pasado y eso hay que hacerlo durante cuatro años».

Precisamente para evitar que el clima de inestabilidad política creado a raíz de las mociones de censura de Murcia acabara contaminando el pacto de investidura suscrito por el PP, Cs y Vox tras las elecciones de diciembre de 2018, los socios del Gobierno firmaron una adenda a este acuerdo. En este nuevo documento rubricado el 16 de marzo pasado, populares y ‘naranjas’ se comprometieron a no quitarse los cargos electos y celebrar las autonómicas cuando tocan, a finales de 2022.

El nuevo guión de Vox, que ha encarecido sus votos, no ha hecho cambiar de opinión al Ejecutivo ni le va a apartar de su camino. En la Junta ya trabajan en un ‘plan b’ por si los de Abascal, que han renovado estrategias y portavoz, no deponen su bloqueo.

El presidente andaluz, confinado tras contraer el Covid, apuntó el pasado domingo la posibilidad de usar el ‘comodín’ de la izquierda, negociando algunos acuerdos con el PSOE y Adelante Andalucía, si Vox sigue en el monte. Esta hoja de ruta no está exenta de problemas, con la primera fuerza de la oposición abierta en canal, inmersa en unas primarias para elegir al próximo candidato a la Junta.

Quien ha sido el principal interlocutor de la Junta con los de Vox, el consejero de Hacienda y Financiación Europea, Juan Bravo (PP), apostó por explorar acuerdos con todos los grupos políticos para sacar adelante los presupuestos de 2022 porque «la situación política ahora no es la misma» con el partido de Abascal. La Junta sacó las tres anteriores cuentas gracias a Vox, pero incorporó enmiendas de Adelante y PSOE.

Su socio preferente no se lo va a poner fácil. El portavoz político de Vox, Jorge Buxadé, insistió ayer desde Madrid en su demanda de ir a unas elecciones anticipadas. Entre tanto, mantendrá su oposición a todas las iniciativas del Ejecutivo del PP y Ciudadanos que no lleven su firma. Este europarlamentario devolvió los reproches al PP preguntándose si este partido «está teatralizando un cambio de posición porque lo que le gustaría es tener como socio al PSOE». «Que Moreno responda si quiere pactar con el PSOE o un cambio de régimen de verdad en favor de la libertad y la prosperidad de los andaluces», le retó.

El relato creado por Vox para justificar su ruptura ha ido modulándose con el paso de los días. Buxadé niega ahora que la retirada de apoyos sea una respuesta a la decisión de la Junta de acoger a 13 menores inmigrantes procedentes de Ceuta. La razón es que Moreno «está incumpliendo» el acuerdo de investidura, puntualizó. El presidente del grupo de Vox en Andalucía, Macario Valpuesta, esgrimía otro motivo: el factor de inestabilidad que, a su juicio, aportan los de Juan Marín (Cs), que «han dado muchos bandazos».

La paradoja es que quien «más preocupado» dice estar por la inestabilidad de la Junta es el partido que le ha retirado su apoyo. La secretaria general del PP-A, Loles López, situaba a los de Abascal ante esta disyuntiva de cara a sus electores: «Vox tendrá que decidir si quiere ser un partido útil o si se mueve simplemente por intereses electorales».

Recomponer las relaciones de los socios en Andalucía se ha convertido en una cuestión nacional. Desde la sede de Génova, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, llamó ayer a la responsabilidad de Vox: «¿Qué necesidad hay de hacer elecciones con un gobierno que funciona, baja impuestos y mejora la vida de las personas?». Cuca Gamarra, la portavoz popular en el Congreso, situó a Abascal ante otro dilema: «Si decide hacer pinza con la izquierda, tendrá que explicárselo a los andaluces» . En un clima de incertidumbre, a éstos al menos les queda el consuelo de saber qué día irán a votar.