La Junta de Andalucía usará todos los medios para frenar el agravio de Cataluña

El Ejecutivo andaluz está dispuesto a tensar la cuerda todo lo que sea necesario y usará todos los medios legales que tenga a su alcance para frenar los agravios que se puedan producir con respecto a Cataluña. La mesa bilateral de diálogo que Pedro Sánchez ha anunciado que va a establecer con el Gobierno catalán preocupa seriamente. Porque también está en juego el reparto de la financiación extraordinaria con motivo del Covid-19. Andalucía reconoce que la pandemia afecta de forma distinta a los territorios, en función de los recursos de que disponen y la situación de sus sistemas sanitarios, así como de la estructura económica de los mismos, que resulta determinante para solventar los efectos económicos y sociales de la misma. Y si otras comunidades autónomas «con mayor o menor lealtad institucional, están viendo o van a ver atendidas sus reclamaciones, Andalucía no se puede quedar detrás».

Porque ya se ha producido el primer agravio objetivo en el trato que el Ejecutivo central da a las dos comunidades autónomas. Juanma Moreno, el presidente de la Junta, ha tardado más de dos años y medio en mantener una reunión con Pedro Sánchez, plazo que para Aragonés se ha reducido ostensiblemente: dos meses desde su investidura. Al margen de las fechas, lo grave son los resultados. Como reconoce el propio Ejecutivo andaluz, el encuentro entre Moreno y Sánchez fue «cordial» pero no tuvo ninguna conclusión clara; sólo buenas palabras y promesas de colaboración y ningún acuerdo concreto y tangible . Y eso que el presidente andaluz trasladó a Sánchez alrededor de 70 propuestas concretas elaboradas también a partir de las aportadas por los grupos parlamentarios de la Cámara andaluza.

En el caso de Cataluña ya hay asuntos sobre la mesa: la financiación autonómica, el reparto de los fondos Next Generation de la Unión Europea, los fondos del Plan de Resiliencia y la atención de infraestructuras que son clave para el desarrollo de la comunidad autónoma catalana. El Gobierno andaluz aspira a lo mismo y para ello ha pedido que se active la comisión bilateral entre la Junta y el Estado que está recogida en el Estatuto de Autonomía de Andalucía (artículo 220) y que sería similar a la mesa de negociación que ya se ha anunciado entre los gobiernos central y catalán. El presidente andaluz ya la pidió a Pedro Sánchez en la reunión que ambos mantuvieron en La Moncloa y, según dijo la ministra y portavoz María Jesús Montero, no hay ningún problema para convocarla... aunque sigue sin fecha.

Para tratar de aumentar la presión política, el grupo parlamentario popular registró ayer una proposición no de ley que se debatirá en el Pleno de la próxima semana en la que se insta al Gobierno central a activar la mesa bilateral para resolver los asuntos pendientes, empezando por el reparto de los fondos Covid de la Unión Europea.

Desde Andalucía se reclama que el Gobierno central reparta los fondos europeos aplicando los mismos criterios que la Unión Europea para el reparto entre los estados miembros, como son población, PIB y paro, por los que a Andalucía le corresponden, al menos, 4.380 millones.

No es la única reclamación económica cuantificada. En la iniciativa parlamentaria que ha presentado el PP también se pide un fondo de compensación progresivo que vaya abonando el déficit de financiación que tiene la comunidad autónoma andaluza y que tiene unos datos concretos: 10.800 millones de euros desde el año 2009, a razón de cuatro millones de euros diarios . Este fondo serviría para paliar un agravio histórico. Desde el año 2009, cuando Zapatero firmó el nuevo modelo de financiación de las comunidades autónomas con ERC, Andalucía (y Valencia) han salido perjudicadas.

El portavoz parlamentario del PP, José Antonio Nieto, subía ayer el tono de las demandas: «Desde el año 2011 están los catalanes con la matraca de que España nos roba cuando fueron ellos los que impusieron el modelo de financiación» que ahora quieren derogar. «No vamos a permitir ningún privilegio para otra comunidad autónoma. Nosotros, sin romper ni ir en contra de los tribunales no vamos a callarnos. Seremos buenos, pero no tontos».

La propuesta de la Junta de Andalucía se justifica precisamente en los discursos que Pedro Sánchez está pronunciando desde que decidió aprobar los indultos a los presos del procés. La colaboración, la cogobernanza, el diálogo y la cooperación entre todos. Principios constitucionales que están también en el Estatuto de Autonomía para Andalucía que ahora se invoca.

«Activar la Comisión Bilateral de Cooperación Junta de Andalucía Estado sería un perfecto ejemplo de cogobernanza. Y también de concordia, convivencia y de utilidad pública, conceptos todos ellos que se han desvirtuado ya que concordia y convivencia no es precisamente indultar a quienes dieron un golpe a la legalidad, ni utilidad pública es pretender mantenerse en el poder aunque para ello se desmantele el sistema del 78 que nos dimos todos los españoles», detalla el texto de la iniciativa parlamentaria del PP.

Además de la presión hacia Pedro Sánchez y la reivindicación de un trato justo e igualitario para Andalucía, la iniciativa del Gobierno andaluz también busca poner en un brete al nuevo líder del PSOE regional, Juan Espadas. Los socialistas tendrán que pronunciarse sobre estos asuntos en el pleno de la Cámara de la próxima semana.

El todavía alcalde de Sevilla ya se percibe como el rival a batir por Juanma Moreno en las próximas elecciones andaluzas. Hasta ahora, la oposición de Susana Díaz había sido cómoda para el Gobierno andaluz. La designación de Espadas como candidato y la reactivación que ha supuesto para el PSOE regional esta rápida transición, obligan al PP a cambiar también su estrategia y quieren obligar a Espadas a elegir entre Sánchez y Andalucía.