Juan Jesús Vivas, presidente de Ceuta: «Necesitamos como el comer gestos que reafirmen el futuro de Ceuta»

¿Sigue sosteniendo que ha habido una invasión?

Lo que hemos vivido no tiene precedentes. El lunes de la pasada semana viajaba a Sevilla, cuando llegamos a Algeciras nos comunican que estaban entrando algunos inmigrantes, la situación empeoraba por momentos así que regresamos y al llegar a Ceuta ya iban por más de mil. Cuando nos reunimos en la Delegación del Gobierno para enfocar cómo atender lo que pensamos que era una crisis migratoria la Guardia Civil nos informó de que estaban entrando casi cien personas por minuto. Entonces determiné que el enfoque no era el correcto, porque no era un problema de presión migratoria, a esa altura habían entrado más de 7.000 y en la frontera seguíamos viendo una permisividad total. Así que contactamos con el Gobierno y hablé en primer término con el ministro Iceta y el martes por la mañana con el presidente Pedro Sánchez, le pedí apoyo de las fuerzas de seguridad del Estado, una movilización diplomática y la visita una alta representación institucional. Hizo una actuación correcta y fue él quien visitó esa tarde Ceuta y Melilla, lo cual le agradezco. En total han podido pasar unas 12.000 personas y el temor en esas horas fue muy grande porque había otros 20.000 a la expectativa. Quienes han entrado han sido víctimas de la misera, la manipulación y el engaño, con lo cual ha existido también una crisis humanitaria, pero ha sido una invasión porque se ha tratado de una ocupación irregular masiva que ha puesto en jaque nuestra integridad territorial.

En las primeras horas se devuelven más de 5.000 inmigrantes. ¿La situación está ya encauzada?

Al menos un 25% de los que entraron eran menores, casi todos entre 15 y 18 años, aunque los hay aún más jóvenes. En España habrá 12.000 ‘menas’ y en Ceuta tenemos al 25%, con el 0,2% de la población del país, con lo cual tenemos un problema estructural que ahora se ha agravado notablemente y que requiere la ayuda de todos. Pero más allá de la restauración de la normalidad, el ánimo de los ceutíes ha quedado minado porque nadie nos asegura que esto no se pueda volver a repetir, con más gravedad y por lo tanto de manera más difícil aún de revertir. Ha sido un golpe muy fuerte, así que necesitamos como el comer más gestos del Estado y de Europa de afirmación de nuestra condición y de confianza en el futuro.

¿A qué gesto se refiere?

Primero hay que afrontar cómo se controla mejor la frontera y la inmigración, es una asignatura pendiente que excede la capacidad de maniobra de España y que debemos trabajar en la UE. Necesitamos más medios, una regulación adecuada y el respeto de nuestros vecinos. Otro capítulo es aumentar el potencial y la presencia del Estado en Ceuta, donde hay proyectos pendientes como la casa cuartel de la Guardia Civil, la jefatura superior de la Policía o una base única para la Defensa, entre otras inversiones. La UE debe reconocer un estatus especial para Ceuta y Melilla, dada la especial dificultad en el ámbito de la cobertura de servicios sociales, ya que no creo que haya otros territorios con una frontera de nuestras características. La ciudad, por su parte, está lanzando un modelo económico alternativo, donde debemos utilizar el atractivo de nuestro régimen económico y fiscal especial.

El 50% de la población de Ceuta es musulmana. ¿La crisis ha deteriorado la convivencia?

La respuesta de la ciudad ha sido ejemplar. La estabilidad de Ceuta no depende de la religión de sus ciudadanos, sino de su españolidad, y en esa estabilidad es esencial toda la población. No es el momento de promover manifestaciones de un signo u otro, porque esto no es equiparable al barrio de Vallecas... Aquí nos estamos jugando mucho y ahora lo importante es no distraer a las fuerzas de seguridad del Estado y no crear división en una ciudad que es necesariamente diversa. Ceuta requiere unidad, responsabilidad, altura de miras... !Qué más da los votos ahora! El patriotismo ahora es unidad.

¿Se han cometido errores diplomáticos en política exterior?

¿Dónde está escrito que el primer viaje de un presidente del Gobierno deba ser a Marruecos? ¿Desde cuándo llevaba en España acogido el líder del frente polisario? Ni una ni otra cosa pueden justificar que se ponga en crisis una frontera. Ahora ha existido un conflicto entre Israel y Palestina y con la crisis de Ceuta se ha desviado la atención sobre cuál es la posición de Marruecos. Es esencial que tengamos una buena relación de vecindad con un país que es socio y aliado, pero hay que empezar reconociendo que lo que ha pasado es inaceptable desde todos los puntos de vista.

Ceuta está promoviendo un cambio de modelo económico, ¿la crisis es un estímulo para reducir la dependencia de Marruecos?

Nuestro plan tiene como objetivo más España y más Unión Europea, haciendo esto compatible con la relación de buena vecindad con Marruecos. La economía de Ceuta no depende de Marruecos, que decidió cerrar la frontera de manera unilateral, acabando con fenómenos como el comercio atípico entre ambas fronteras, y esto ha golpeado a su propia economía. Exceptuando a colectivos como el de las empleadas del hogar (muy afectadas por el cierre de fronteras), la base de cotizantes de Ceuta es hoy similar a la de antes de la crisis. Ahora tenemos que fortalecer esta situación atrayendo a más empresas europeas. A Marruecos le ha impactado más el cierre de la frontera que a España.

Ceuta ha logrado atraer a numerosos operadores de juego online. ¿Ese es el camino?

La digitalización de la economía nos permite sacar el máximo rendimiento a nuestro régimen especial económico y fiscal, y la deslocalización de los centros de oficinas que ha acelerado la pandemia con el teletrabajo es una oportunidad para atraer talento, porque tanto en el impuesto sobre la renta como en el de sociedades ofrecemos ventajas indudables, y esta ciudad, por su posición entre el Atlántico y el Mediterráneo, es muy atractiva. Por eso es estratégico y fundamental que ahora haya gestos que reafirmen la confianza en el futuro de Ceuta.

Si la situación al otro lado de la frontera ha empeorado con el Covid, ¿teme una mayor presión migratoria en los próximos años?

En Marruecos se dan dos circunstancias. El Covid ha golpeado su economía, aunque no haya estadísticas fiables que lo demuestren. A ello se le une un gran vigor demográfico, con una población que se casa muy joven y tiene de media más hijos que en Europa. Los jóvenes abandonan el hogar mucho antes que en Europa, se dan las circunstancias para que haya una presión importante en los próximos años, por eso es urgente abordar el problema en el seno de la UE porque tenemos que preparanos para resolver este desafío en el futuro. Lo que ha ocurrido en Ceuta la pasada semana, de hecho, no lo han tenido que organizar, ha bastado con que abran la puerta y se extendiese la información. No se ha montado una logística especial, solo la ciudad de Castillejos tiene 150.000 habitantes con una tasa de paro muy alta.

Afirma que se necesita la solidaridad de todas las regiones para solucionar el problema de los ‘mena’. ¿No se pueden plantear fórmulas para la devolución estos inmigrantes?

No es solo es una legislación española, sino Europea, con lo cual es una cuestión que en este momento excede nuestro ámbito de actuación. Marruecos también se resiste a la devolución inmediata, y tal como está la configuración política en España tiene pocos visos de plantearse, así que insisto en la necesidad de una mejor gestión de las fronteras europeas.