El turismo de Andalucía pierde millones por culpa de la irresponsabilidad con el Covid

Pero, en la era de las redes sociales, ¿qué efecto tiene un acto irresponsable que acaba siendo viral? ¿Cuánto vale? La empresa Turismo Costa del Sol, dependiente de la Diputación de Málaga, ha lanzado una campaña pionera que pretende concienciar a los ciudadanos del daño que provocan a la imagen del destino Costa del Sol las diversas tropelías que han ido saltando de terminal en terminal móvil durante el pasado verano. Y por primera vez se han cuantificado, utilizando las herramientas de Big Data que son de uso frecuente en compañías como ésta. Sólo el vídeo del DJ que escupía alcohol al público en una discoteca de Torremolinos provocó la pérdida de 1.057 turistas potenciales para la provincia, según el estudio que se ha realizado.

La institución, que preside el popular Francisco Salado, pretende remover conciencias y promover que los propios malagueños «mimen» al turismo y sean sus primeros «embajadores». Haciéndoles ver las consecuencias reales que para el sector, principal vía de ingresos para la provincia, han tenido diversos «hitos» nada anecdóticos.

Y son para pensárselo. En sólo diez días, la noticia del DJ acumuló más de 191,3 millones de impresiones negativas en redes sociales y en los más de 60 medios digitales del mundo que se hicieron eco. Que esos 1.057 turistas hayan dejado de venir a Málaga supuso una pérdida de más de 7.000 pernoctaciones. Y por ende, un agujero de más de 600.000 euros, teniendo en cuenta los ingresos que el destino ha dejado de ingresar por las reservas realizadas por los turistas en origen, así como el gasto medio diario de bolsillo durante su estancia. Pero desde una perspectiva más general, los datos son peores aún. Según el informe, si se tienen en cuenta impactos directos e inducidos sobre el resto de sectores productivos el impacto total ascendería a 711.578 euros.

Las del DJ no son las únicas imágenes que pueden verse en el vídeo elaborado por la Diputación. Otras imprudencias como una fiesta privada con 300 personas en un chiringuito o la fiesta de 40 «influencers» organizada en un chalet de lujo se han utilizado también para apelar a la responsabilidad individual y ayudar a salvaguardar la imagen y la marca del destino Costa del Sol, del que viven 117.000 familias y más de 16.000 empresas en la provincia.

Es algo que también han tenido claro los hosteleros y comerciantes granadinos, que se vieron obligados a cerrar por completo durante varias semanas no recuperando la normalidad hasta ayer. La Cámara de Comercio de esta provincia cifra en decenas de millones de euros las pérdidas provocadas por este cierre sólo en el sector del comercio, según informa Javier López.

Por eso las llamadas a la responsabilidad individual son ahora el mensaje más compartido. Precisamente cuando la posibilidad de que exista o no una campaña navideña está cogida con alfileres, dependiendo de una evolución de los contagios y hospitalizaciones de momento positiva pero que se mira con pavor segundo a segundo por parte de las administraciones.

Ayer el vicepresidente de la Junta, Juan Marín , volvía a pedir «prudencia»a la ciudadanía, en la esperanza de poder dar «un poquito más de oxigeno» en forma de flexibilización de las medidas durante las fechas navideñas si la situación sanitaria por la pandemia del coronavirus se mantiene en una línea descendente

Paradójicamente, las llamadas a la responsabilidad vienen en un momento en que son las propias administraciones, en este caso las locales, las que promueven concentraciones de personas.Ahora con el imán de las luces navideñas. Una situación que ha generado imágenes polémicas como la del pasado viernes en la calle Larios de Málaga . Ayer la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, pidió no olvidar «el trabajo y sacrificio» de doblegar la curva y «lo mal que lo han pasado muchas familias ni el sufrimiento que provoca el virus».