Un precio de compra de 70 millones por 'Veta la Palma' muy inferior al de operaciones similares

La cifras oficiales hablan de un coste para la Junta de Andalucía de alrededor de 70 millones de euros, que se abonarán a través de fondos propios de la administración andaluza y también mediante transferencias llegadas desde Europa. Fuentes de la operación consultadas por ABC aseguran que se trata de un precio «muy competitivo» que «incluso está por debajo del valor de mercado» que podrían tener los terrenos afectados. En concreto, y según estas estimaciones, el Gobierno andaluz podría pagar «hasta cuatro veces menos» de lo que en su día abonaron otras administraciones como el propio Gobierno de España por la adquisición de fincas de una extensión similar a la que tiene 'Veta la Palma'.

Los plazos en los que se mueve ahora la Junta de Andalucía fijan en un periodo a corto plazo la compra definitiva de estos terrenos, que pasarán de este modo a ampliar la superficie actual de más de 128.000 hectáreas con las que cuenta Doñana. Pocas horas después de que se anunciara esta operación en el Foro ABC, los consejeros de Sostenibilidad y de Economía del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco y Carolina España, implicados directamente en las negociaciones, realizaron una visita a la finca en cuestión, en la que comprobaron la riqueza medioambiental del que, según fuentes de la operación, es «el gran humedal de España». Según ha podido conocer ABC, está previsto que a mediados de esta misma semana sea el propio presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien realice una visita oficial a este lugar.

La finca 'Veta la Palma' es un espacio singular, formado por un paisaje aislado del ruido del día a día, que se ha convertido en el último refugio acuático de Doñana. En él se acumula una sucesión de más de cuarenta balsas con agua bombeada del estuario del Guadalquivir en las que descansan algunas de las especies autóctonas del Parque Natural. Es fácil ver sobre sus aguas algunos ejemplares de cercetas, gaviotas, pagazas y, sobre todo, flamencos. De las diez mil hectáreas que conforman esta finca, unas 3.200 están permanentemente inundadas con agua salobre que ahora serán la puerta al futuro de Doñana.