La ministra Montero ofrece a Cataluña la financiación autonómica que niega a Andalucía desde 2018
Vincula a la investidura de Sánchez la reforma del sistema de reparto de fondos que castiga a la Junta y que ella reclamó cuando era consejera
La Junta pide un nuevo modelo de financiación para Andalucía que no tenga «concesiones» por «deudas políticas»
Sevilla
Olvidada durante años, la reforma pendiente del actual modelo de financiación autonómica, que resulta perjudicial para Andalucía, ha salido del cajón justo cuando Pedro Sánchez la necesita para continuar como presidente del Gobierno. Es uno de los ases que el secretario general del PSOE se ... ha guardado para convencer a los independentistas catalanes, ERC –el partido del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès– y Junts per Catalunya, la formación que dirige en la sombra el eurodiputado y huido de la Justicia Carles Puigdemont. En sus manos está la llave de la gobernabilidad de España. La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha garantizado este jueves que si Sánchez sigue en la Moncloa, será una prioridad el cambio del sistema de reparto de los fondos, con independencia de que ella sea o no ministra.
Al Gobierno central le han entrado las prisas justo después de que el presidente Aragonès le pidiera una negociación bilateral para acabar con el déficit fiscal y obtener más fondos del Estado con los que financiar los servicios públicos de la comunidad. Cataluña no es la más damnificada por el sistema vigente. El modelo actual fue pactado por José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) con ERC en el año 2009. Desde entonces, Andalucía lleva pagando las consecuencias de un método que la coloca como la tercera peor financiada de España tras la Comunidad Valenciana y Murcia, todas ellas ahora con un presidente del PP.
Un sistema caduco desde 2014
En la Junta de Andalucía temen que la reforma se utilice como pago para contentar a los nacionalistas, que piden un trato preferente frente a los demás. Desde 2014, bajo la presidencia de Mariano Rajoy (PP), el sistema está caducado y pendiente de revisión. En aquel momento, el PSOE gobernaba Andalucía y la actual ministra María Jesús Montero, que entonces era consejera de Hacienda, no se cansó de reclamar una financiación justa. En el Parlamento autonómico fue ella quien negoció una posición conjunta sobre el modelo de reparto, que fue apoyada por el PSOE de Susana Díaz y el PP de Juanma Moreno.
Cuando era consejera, Montero reclamó una reforma del sistema de reparto, que fue apoyada por el PSOE y el PP
Cuando la reivindicativa consejera se convirtió en ministra, el asunto quedó relegado, sepultado por las urgencias de la pandemia. Algo empezó a moverse a finales de 2021, pero sin concretar nada. Un grupo de trabajo del Instituto de Estudios Fiscales y de la Secretaría General de Financiación Autonómica y Local elaboró un esquema de la nueva financiación que remitió a las comunidades. En él se esbozaba una metodología de cálculo que revisaba el criterio de la población ajustada y elevaba el peso del gasto sanitario y educativo. A ningún territorio le convenció porque no se ponía ninguna cifra sobre la mesa. Andalucía tampoco conocía cómo iba a ser su porción en la tarta.
A Montero le preguntaron este jueves los periodistas en Oviedo si las exigencias de determinadas fuerzas nacionalistas podrían afectar a regiones como Asturias en la financiación autonómica. Zanjó el asunto señalando que el PSOE «siempre ha sido garante de la igualdad entre todos los españoles y de oportunidades de todos los territorios».
Siga o no como ministra, Montero ha puesto sobre aviso a las comunidades de que tendrán que ceder y abandonar su posición de máximos, de tal forma que se pueda llegar a un acuerdo «en el que todo el mundo gane» y que los gobiernos regionales que se consideran que están mal financiados puedan tener recursos para sostener el estado del bienestar. Recordó que ella tiene un «gran conocimiento» del modelo de financiación autonómica por su experiencia previa como consejera en el Gobierno de Susana Díaz.
La ministra coloca la pelota en el tejado del PP de Alberto Núñez Feijóo, al que pidió que explique cuál es el modelo que defiende para la próxima financiación autonómica, toda vez que ha escuchado propuestas diferentes desde Galicia, Madrid o Andalucía. Por cierto, lo mismo sucede con los barones socialistas: cada uno defiende la posición que interesa a su territorio. De momento, todos miran hacia Cataluña. De sus votos depende la investidura de Sánchez.
En el PP reiteran que no aceptarán agravios con ningún otro territorio en el reparto de fondos del Estado
El PP andaluz advierte de que no es su intención buscar el enfrentamiento con el Ejecutivo de Pedro Sánchez como arma política. La confrontación, señalan, es peor para la comunidad que la colaboración. Pero, eso sí, no piensan pasar por alto ningún agravio comparativo en cuestiones como la financiación autonómica en favor de comunidades donde Pedro Sánchez pueda captar apoyos para mantenerse en la Presidencia del Gobierno. Ahí, indican, se mostrarán implacables.
De cara al nuevo curso la financiación autonómica será uno de los caballos de batalla. Para el PP andaluz habrá más tareas sobre la mesa. Una de ellas, indican fuentes de la dirección del partido, será la de seguir ampliando su base electoral en el centro. La formación que lidera Juanma Moreno da por cerrada la captación de votos a su derecha y duda, además, de que la mejor opción sea crecer en esa dirección.
Porque, presume el PP andaluz, en la comunidad han conseguido una marca moderada y que pueden apoyar incluso votantes del PSOE. ¿Por qué? Por su apuesta de cuestiones que, tradicionalmente se asociaban a los socialistas como son la igualdad o el andalucismo. De ahí, creen, el éxito en las pasadas elecciones, donde Moreno se hizo con una amplia mayoría absoluta, la mayor que tiene el PP en España.
A ese perfil moderado también ayuda el que Moreno nunca ha compartido Gobierno con Vox. Sí firmó con ellos un pacto. Cierto. Pero no nombró consejeros y, además, desde el PP andaluz señalan que el acuerdo con los de Abascal fueron cuestiones «semánticas» que no han tenido una repercusión real en su política en la comunidad. «Andalucía es un modelo de éxito», señalan desde el partido tanto en su política de pactos como en el apoyo al mirar al centro para mejorar sus resultados.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete