La Marea Blanca contra la política sanitaria de la Junta solo moviliza a 4.000 personas en Sevilla

Así, la Policía la sitúa en unas 4.000 personas en la capital andaluza - que los organizadores elevan hasta 20.000-; 400 en Cádiz, 150 en Algeciras y solo 200 en Granada. Este último caso es especialmente notable porque, cuando el doctor Candel, Spiriman, llamó a las manifestaciones en defensa de la Sanidad Pública, los granadinos salieron en masa de sus casas. No ha sido ahora así. 

En Sevilla los manifestantes estaban convocados a las once y media de la mañana frente al Palacio de San Telmo. Allí estaban vecinos de Lora de Estepa, de Martín de la Jara, de Los Corrales... Y también los sindicatos de izquierda -CCOO, UGT, Ustea-, partidos políticos -Por Andalucía, Izquierda Unida, Podemos, Partido Comunista...- y otras organizaciones -contra el cierre del centro de infecciones de transmisiones sexuales de Sevilla, la plataforma sevillana por las pensiones públicas...- La manifestación, auspiciada por los grupos de izquierda no contó, sin embargo, con presencia oficial del PSOE andaluz. Si acudieron del principal partido de la oposición, fue a título privado.

Frente a San Telmo estaba José Muñoz, de Lora de Estepa. Había acudido a la marcha porque, asegura, les están «quitando el médico del pueblo». Junto a él, con más edad, un vecino suyo, Pedro Contreras. «Yo soy más de Lora que ninguno porque tengo más años que nadie», bromeaba. «Los jóvenes no se dan cuenta de que cuando empiezan las patologías, de mayor, tienes que tener un médico. Yo no creí que a estas alturas de bienestar íbamos a llegar a esto«, señalaba. Contreras defendía, además, el uso de la política, »pero no con cuestiones como la Sanidad«. Tras la pancarta de su pueblo, había unas 20 personas.

Sin embargo, allí estaban representantes de varios partidos. Pese a lo discreto de la convocatoria, Toni Valero, coordinador de IU, ha asegurado que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, «tiene que tomar nota porque esta manifestación está siendo un éxito». En la misma línea ha hablado Juan Antonio Delgado, de Podemos, quien ha señalado que «la sanidad está en la UCI como consecuencia de las políticas del PSOE antes, y ahora del PP».

En la concentración de Cádiz ha estado la portavoz de Adelante de Andalucía, Teresa Rodríguez , quien ha considerado que «cuando uno lleva políticas fiscales y de gestión similares a la de Madrid se encuentra una respuesta ciudadana similar». Y, desde Granada, la portavoz socialista de la Comisión de Salud y Consumo del Parlamento de Andalucía, María de los Ángeles Prieto, ha recalcado que la sanidad pública andaluza «no puede más«. »Hay que parar las listas de espera, mejor la atención primaria, contratar más profesionales y frenar la privatización«, ha apostillado.

La manifestación, pasada la hora de convocatoria, ha avanzado por la Puerta de Jerez y enfilado la avenida de la Constitución. La primera parada ha sido frente a Catedral, ante la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Allí se han redoblado los gritos. «Sanidad/ Pública» se ha escuchado corear. Cuando la cabecera estaba por llegar a la Plaza Nueva, los manifestantes se han confundido con la cola de compradores de lotería del despecho de El Gato Negro.

En este punto es donde mejor se podía apreciar, desde un piso elevado, la realidad de la convocatoria. Si bien es cierto que la marcha ocupaba desde García de Vinuesa hasta la fuente de la Puerta de Jerez, según iban pasando los manifestantes, se podía comprobar la distancia entre ellos. Muchos huecos. Nada que ver con las imágenes de hace dos semanas en Madrid con las calles llenas de gente.

Las Mareas Blancas, han explicado este sábado, han reivindicado la renovación de los 12.000 «falsos contratos Covid», así como 4.000 contratos nuevos estables en atención primaria para la atención presencial en 48 horas, 12 minutos por paciente, urgencia rural y atención comunitaria preventiva. Además, piden 4.000 contratos nuevos en hospitales para mantener abiertos por la tarde, 20 centros andaluces en funciones necesarias para afrontar las «insoportables» listas de espera; la construcción y dotación de los centros públicos necesarios u obsoletos; la dotación adecuada en salud mental y salud pública; o el aumento del personal en las residencias de mayores.