Manuel Cortés Romero: «El riesgo para los niños es nulo; solo si se rompe y respiras es cancerígeno»
Entrevista con el director de la Agencia Pública Andaluza de Educación
Manuel Cortés y Patricia del Pozo
—¿Cuándo se acabará de sacar el amianto de los colegios andaluces?
—Hay dos impedimentos para eliminar y llegar a ese punto de cero amianto. El primero es presupuestario. Esto es algo siempre complejo porque las actuaciones de limpieza de este tipo siempre son ... de alguna relevancia. En esto estamos ya trabajando.
—¿Y el segundo?
—El segundo es que estas actuaciones tienen una particularidad: no se pueden llevar a cabo cuando en el centro escolar hay alumnos. No valen tampoco los fines de semana porque no se puede empezar el viernes y para el lunes. Hay que empezar y acabar la intervención de una vez. Eso nos deja solo la Navidad para las obras más pequeñas y el verano para las de más envergadura.
—Entonces, ¿puede dar una fecha?
—Estamos terminando de redactar los proyectos de obra y, gracias al acuerdo marco de contratación, queremos tenerlas todas contratadas en 2023 de modo que lleguemos a ese cero amianto el año que viene. En septiembre, en el inicio del curso 23/24 debería no haber amianto en ningún colegio.
—¿Queda mucho amianto entonces en los colegios andaluces?
—Sí que es cierto que recientemente aparecen más elementos de amianto en los edificios cuando se hacen obras. Puede parecer mala noticia pero es buena. Aparecen porque no existe ningún sitio desde hace mucho con amianto visible. El que hay está encapsulado, dentro de los tejados o elementos aislados, bajantes y tuberías. No en elementos estructurales, de modo que no hay riesgo de ruptura, que es cuando este material es peligroso.
—¿No se puede localizar todo el amianto con el año de construcción de los edificios?
—No es tan fácil. Cuando se hizo la primera batida los años de construcción se usaba como guía para detectarlo en chapas de uralita. Pero hay muchos centros que, con los años, se repararon, se usaron materiales más antiguos... Es muy complicado de delimitar dónde hay amianto.
—¿Cuál es el riesgo para los niños?
—Es nulo. Salvo que mañana se cayera un muro con amianto dentro y los niños se quedaran respirando mucho tiempo las fibras. Porque solo si se rompe y lo respiras es cancerígeno. Cuando hacemos una intervención se retiran los elementos enteros para que en los colegios no queden flotando en el aire ni una partícula.
—¿El problema está muy extendido en la comunidad?
—No, en Andalucía hay más de 6.000 edificios educativos y ahora mismo tienen amianto 78. El porcentaje es mínimo.