Torremolinos ratificará en juzgado este lunes la denuncia a la discoteca que iba a prohibir la entrada a «maricones»

En un mensaje publicado en la red social X, Del Cid ha subrayado que es necesario defender los derechos y que interpuso la denuncia como alcaldesa de «la ciudad de la libertad«.

La alcaldesa en persona presentó la denuncia en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Torremolinos y Benalmádena, tanto en representación del Ayuntamiento, como a título personal, por delito de injurias y de odio, por ser víctima de insultos desde la cuenta en redes sociales de este club privado a su cuenta, en la que se reiteraban en su actitud homófoba y anunciaban que no harían ningún evento en Torremolinos.

Y es que esta discoteca, con motivo de su inauguración, publicó un cartel en la red social Instagram con su reglamento, que establecía literalmente que no iban a admitir «peleas, drogas, gorras, chanclas ni maricones».

Y dicen que lo hicieron así porque, según afirmaron, la dirección «se reserva elderecho de acceso». Pero, de negar la entrada a estas personas, podrían estar incurriendo en un delito contra los derechos de este colectivo.

Pero la alcaldesa de Torremolinos criticó firmemente en enero el anuncio de esta sala de fiestas: «En Torremolinos no vamos a consentir estas actitudes. El odio y la homofobia no tienen cabida aquí y vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para prohibir este evento y cualquier actividad de un club que fomente esta lamentable actitud. Los únicos que sobran son ellos», escribió en un mensaje en la red social Instagram, en una publicación que lleva como imagen la fotografía en la que el local ha escrito sus «normas».

Según Del Cid, Torremolinos es una ciudad en la que la diversidad y el respeto son unas de «las normas esenciales de comportamiento». «Evidentemente el Ayuntamiento no puede, ni debe, en ningún sitio, pero desde luego en Torremolinos, consentir esto, por lo que tenemos que ser proactivos», subrayó.

Asimismo, lanzó un mensaje de apoyo al colectivo LGTBI: «Torremolinos es un prisma de color y de diversidad, es la ciudad donde todo el mundo puede ser lo que quiera ser, y este episodio tan desagradable nos recuerda que no debemos dejar de reivindicar y defender la libertad y los derechos humanos».

Y es que Torremolinos es precisamente una de las localidades españolas que históricamente más han apoyado al colectivo LGTB. La celebración del 'Orgullo' es uno de los mayores acontecimientos en el ambiente de este colectivo de Europa -el pasado año acudieron más de 70.000 personas- y es un municipio muy concienciado de la importancia de luchar contra la homofobia.

La presidenta del PP de Málaga, Patricia Navarro, lamentó «la tibieza» con la que el PSOE y Sumar reaccionaron, a su juicio, a la noticia de que una discoteca de Torremolinos prohibiera la entrada a «maricones». «Es fundamental que la sociedad en su conjunto se movilice contra la LGTBIfobia y promueva el respeto y la inclusión de todas las personas y eso lo vamos a defender siempre desde el PP de Málaga», subrayó Navarro al tiempo que criticó «el silencio» de las formaciones de izquierdas sobre este ataque a personas LGTBI.

Ese mismo día, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, calificó de «directamente intolerable» y «directamente ilegal» las «normas» de la discoteca de Torremolinos.

«Es un ataque directo a la igualdad» ha añadido Redondo, que condenó y reprobó de manera «absoluta» este tipo de discriminaciones. Según apuntó, este tipo de comportamiento «no tienen cabida de ningún tipo en nuestra normativa y en nuestra Constitución», por lo que lo ha definido como «ilegal».

La ministra ha considerado «nula» esa prohibición, no desde el punto de vista jurídico, sino «desde el punto de vista de los derechos y, por supuesto, desde el punto de vista democrático».

Además de las reacciones políticas, los usuarios de las redes sociales no tardaron en hacerse eco de dicho cartel y numerosas personas criticaron el trato discriminatorio de este local hacia las personas del colectivo. Como recordaron algunos usuarios, el local estaría incurriendo en un delito contra los derechos LGTB al prohibirles la entrada en función de su orientación sexual, tal y como contempla los artículos 3 y 25 de Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTB.