Solidaridad
El empresario de Málaga que rescató a 47 refugiados recorre ahora Ucrania para llevar ayuda humanitaria
Vicente Jiménez Ifergan ha visitado los barrios de Kiev más bombardeados por el ejército ruso y varias ciudades arrasadas como Irpin o Borodyanka
Pablo Marinetto
Su viaje a la frontera polaca a finales de febrero ya le acercó al horror de una guerra que acaba de estallar. Ahora, casi 90 días después de que las tropas rusas pisaran suelo ucraniano, era el momento de comprobar sobre el terreno ... los efectos devastadores de una invasión tan cruel -asegura- como «innecesaria». El empresario malagueño Vicente Jiménez Ifergan lleva días recorriendo los barrios de la capital, Kiev, y otras ciudades arrasadas tras el paso de los tanques como Irpin o Borodyanka. ¿El objetivo? Llevar hasta el país un convoy de ayuda humanitaria para cubrir las necesidades más urgentes.
«La ciudad esta prácticamente vacía y hay un toque de queda desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana», explica a ABC en un vídeo grabado desde la plaza de Maydan, en pleno de centro de Kiev. Lo hace antes de subirse a un coche en dirección a la periferia, cuando se ve sorprendido por el sonido de las sirenas antiaéreas , que rompen la falsa calma en una ciudad en la que el tiempo parece haberse detenido.
Hace apenas dos meses, Jiménez Ifergan tendió la mano a un grupo de 47 ucranianos que pudieron viajar hasta Málaga desde Cracovia gracias a un autobús fletado por el empresario, al que le unen lazos con el país desde hace décadas. Lejos de evadirse del conflicto, se ha marcado un nuevo reto solidario y acaba de obtener un permiso oficial del alcalde de Kiev, Vitali Klitschko , para organizar este convoy humanitario tras consultar con las autoridades locales cuáles son las principales necesidades en cuanto a alimentación, material sanitario o medicamentos.
Además de los principales barrios de Kiev, el malagueño se ha reunido con vecinos y con organizaciones no gubernamentales ucranianas de las localidades de Borodyanka, Zdvyzhivka, Hostomel, Makariv, Lubýanka, Ozera, Irpin, Ivankiv y Zahal ́tsi . En todas ellas ha podido comprobar los efectos de las bombas, de los tiroteos y la absoluta escasez de alimentos, de energía y de equipamiento básico para sobrevivir.
«Veo pocos niños. Se palpa el miedo , la tristeza en las caras», cuenta al encontrarse en la carretera a un grupo de cuatro pequeños jugando. Muchas familias han quedado rotas por la guerra. Con los hombres en el frente, los niños en ciudades de Polonia u otros países europeos y las madres, ante la difícil elección de acompañarlos o quedarse en Ucrania protegiendo sus hogares.
Pese al éxodo masivo, todavía quedan rostros de inocencia entre el desastre. «Que los niños tengan que ver lo que está pasando aquí es muy triste. Por todos sitios donde paso no hay más que impactos de misiles y proyectiles », lamenta el empresario desde Borodyanka, donde un niño con un patinete mira hacia uno de los cientos de edificios destruidos por los bombardeos.
Vicente Jiménez también ha tenido tiempo estos días de acompañar a grupos de militares por distintas zonas del país, presenciar varias prácticas de combate en directo y comprobar el espiritu de resistencia de los soldados ucranianos. «Está todo el país movilizado. Hablo con muchos de ellos y tienen la moral muy alta . Hay gente con y sin experiencia militar, pero están todos muy motivados», explica.
Para hacer llegar toda la ayuda posible, el empresario ha apelado una vez más a la solidaridad y colaboración. En este caso, a las grandes cadenas de distribución y venta de productos alimentarios, a las grandes superficies y a los ayuntamientos y organismos oficiales españoles que quieran donar productos para el pueblo ucraniano.
El convoy que promueve Ifergan llevará camiones y furgonetas con material humanitario hasta la frontera de los países colindantes con Ucrania. Entre los productos que más se requieren están las conservas en lata, comida preparada, leche, pasta, arroz y cereales. También artículos de bebé (pañales, leche en polvo o biberones), así como artículos de higiene personal, toallas, chanclas, ropa de verano en buen estado, ropa interior y calzado deportivo.
Los interesados en colaborar pueden visitar la página web puesta en marcha por el malagueño, donde se recoge toda la información así como los permisos que ha obtenido de parte de las autoridades ucranianas para poder desplegar la ayuda.
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