La Diputación de Málaga aumenta casi un 20% su inversión en movilidad frente a la dejadez del Gobierno

Este esfuerzo inversor, enmarcado en unas cuentas globales «históricas» que superan los 516 millones de euros, contrasta con la «dejadez» y la parálisis inversora que el equipo de gobierno del PP atribuye al Gobierno central en las infraestructuras que son de su competencia.

Los principales problemas de movilidad de Málaga se concentran en vías estatales. La Autovía del Mediterráneo (A-7) sufre un colapso diario, convertida en una ratonera donde cualquier incidente provoca atascos kilométricos que impiden a los ciudadanos llegar a sus trabajos o citas médicas.

Ante esta situación, la Diputación ha recordado la «nula receptividad» del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que «despreció» una propuesta técnica presentada por la institución provincial para remodelar siete enlaces en la A-7 Oriental. El proyecto, valorado en solo 14 millones de euros y que la propia Diputación está dispuesta a financiar, sigue bloqueado a la espera de una autorización estatal.

Este agravio comparativo se acentúa con la gestión de la autopista de peaje AP-7. Mientras el Gobierno central aplica bonificaciones en otros territorios, como Galicia, la alternativa de pago en la Costa del Sol sigue sin ningún tipo de ayuda, castigando a los conductores que buscan huir de una A-7 saturada.

El panorama ferroviario no es más alentador. Las líneas C1 y C2 del Cercanías, vitales para la vertebración de la Costa del Sol y el Valle del Guadalhorce, operan con una infraestructura obsoleta que apenas ha evolucionado en los últimos 50 años.

A esto se suma la parálisis de uno de los proyectos más demandados en Andalucía, el tren del litoral del Mediterráneo andaluz. Tras décadas de promesas y «estudios», la conexión ferroviaria entre Nerja y Algeciras sigue sin un solo euro de inversión real ni un compromiso firme por parte del Ministerio de Transportes.

Incluso la única gran actuación estatal en el horizonte, la necesaria ampliación del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, se financiará al margen de los Presupuestos Generales del Estado. Dicha expansión será costeada íntegramente través de las tasas aeroportuarias, es decir, con el dinero de los propios usuarios y aerolíneas.

Ante este vacío, la Diputación ha decidido «cumplir con su deber» y reforzar sus propias competencias. Los 18,3 millones de euros para movilidad se destinarán a un plan de mejoras en la red provincial. Las partidas más destacadas incluyen 8,1 millones de euros para mejoras en las vías , un nuevo plan de refuerzo de firmes dotado con 6,6 millones, 2 millones para conservación y mantenimiento y 1,6 millones para actuaciones de mejora de la seguridad vial. Estas inversiones se encuadran en el presupuesto de la delegación de Fomento e Infraestructuras roza los 48,9 millones.

Este esfuerzo en movilidad se enmarca en un presupuesto global que dispara sus inversiones totales hasta los 96 millones de euros, un aumento del 25,8%. El equipo de gobierno ha denunciado la dificultad de elaborar estas cuentas «a ciegas», criticando al Gobierno de la nación por llevar tres añossin presentar presupuestos , un «incumplimiento del deber constitucional» que »complica cada año más» la elaboración de las cuentas provinciales al no concretar ni la regla ni el techo de gasto.

Más allá de las infraestructuras, el gasto social absorbe casi uno de cada cuatro euros del presupuesto, con un total de 88,9 millones. La partida de Ayuda a Domicilio para personas dependientes en municipios menores de 20.000 habitantes vuelve a crecer, siendo la más grande de todas, con 52,1 millones de euros , lo que supone un incremento del 6,3%.

El agua se consolida como otra de las grandes prioridades del mandato en las cuentas provinciales, con una inversión total que alcanza los 27,9 millones de euros para actuaciones en esta materia. El objetivo es dar respuesta al «fantasma de la sequía» y garantizar el suministro.

La partida más cuantiosa, de 12,9 millones de euros, se destinará a un plan de digitalización y mejora de la eficiencia del ciclo integral del agua, enfocado en reducir las pérdidas y el fraude en las redes municipales.

A esto se suman 8,3 millones para obras de abastecimiento, 2 millones para alcantarillado, y un presupuesto de 4,76 millones para el Consorcio Provincial de Aguas, que experimenta un notable aumento del 10,69%. La Diputación realiza este esfuerzo mientras sigue reclamando al Gobierno central obras hidráulicas de su competencia, como las desaladoras de la Axarquía y Fuengirola-Mijas o la presa de Cerro Blanco.

Los presupuestos de la Diputación para 2026 reflejan el esfuerzo de la administración provincial por sostener el desarrollo de Málaga con sus propios recursos, asumiendo una mayor carga inversora en sus vías. Este incremento presupuestario pone, al mismo tiempo, de manifiesto el creciente abismo entre las necesidades de una provincia líder en crecimiento y la falta de respuesta del Gobierno central en infraestructuras críticas.

Mientras la A-7 sigue colapsada, los Cercanías no se modernizan y el Tren del litoral del Mediterráneo andaluz sigue siendo una promesa estancada en estudios, Málaga debe fiar su movilidad a corto plazo a las mejoras en la red provincial, a la espera de las grandes obras estatales pendientes.