Ignacio Camacho: «La columna contemporánea va más allá del frasismo»

 Camacho planteó que la mayoría de los lectores acuden a los medios buscando confirmar sus propios prejuicios y que el creador de opinión logra dar forma a esas ideas valiéndose del leguaje como herramienta de persuasión. «La columna contemporánea va más allá del frasismo y se mueve como un negocio de la influencia» , afirmó el articulista ante un nutrido grupo de estudiantes de Periodismo. Para el columnista de ABC, dicho negocio se dirige sobre todo a las «élites» , que siguen acudiendo a los medios tradicionales para informarse.

El debate sobre el valor de la memoria había comenzado con una afirmación rotunda del articulista de El Mundo, Santiago González , que se quejó de que los periodistas «no cuidan suficientemente las herramientas de su trabajo; el lenguaje y el conocimiento sobre lo que escriben» , debido, en gran medida a la escasa experiencia de las nuevas generaciones. «Un becario no puede tener memoria del franquismo», argumentó tras censurar una información errónea de hace treinta años.

El columnismo y el periodismo actual tienen tres memorias : la de la propia experiencia del que escribe, que se nue de lecturas y conocimiento; la de Internet , que a menudo repite confusiones; y la memoria del lector , que retroalimenta sobre todo al columnista, según Camacho, que desdeñó el término «periodismo ciudadano» acuñado con la irrupción de las redes sociales en el trabajo periodístico. «Todo periodista es ciudadano, pero no todos los ciudadanos son periodistas» , argumentó. A ello añadió el aticulista de El Mundo que la revolución tecnológica de Internet puede suponer un retroceso para el periodismo.

«El quizás no existe en el periodismo» , dijo Camacho para censurar que se aborden con interrogantes acciones ya pasadas. «Rajoy quizás pierda las elecciones, pero no podemos decir que quizás cobró dinero de Bárcenas. O cobró o no cobró», señaló el articulista de ABC, que volvió a defender el recurso a la «memoria cibernética», a los datos obtenidos en la red sólo como complemento de los datos propios y tras una labor de jerarquización y disciminación que debe llevar a cabo el periodista. En este punto se quejó de que la crisis económica ha cercenado a muchas redacciones y «se ha llevado mucha masa crítica en empleo, talento y salario».