Juanma Moreno impulsa su plan para frenar el pacto catalán y pide un referéndum

Así, siguiendo la línea del pacto suscrito entre todos los barones del PP el pasado viernes, cualquier avance en el modelo de financiación debe tener como punto de partida el rechazo al acuerdo firmado por Cataluña. A partir de ahí, se negociaría la aplicación de un fondo de nivelación para las comunidades infrafinanciadas o un nuevo sistema de financiación con un mejor reparto de los recursos y un mayor equilibrio vertical (menos recursos y competencias para el Estado y más para las autonomías). Pero todo con el punto de partida de que no haya una financiación singular catalana.

En segundo lugar, como ya hizo el presidente de la Junta el viernes se cierra la puerta a cualquier «acuerdo o negociación bilateral». No habrá pactos entre el Gobierno central y Andalucía (aunque se trata de un modelo que permite el Estatuto de autonomía) y todo se remite a la Conferencia de Presidentes y al Consejo de Política Fiscal y Financiera. No habrá ni revisión bilateral de la financiación andaluza, ni de la cesión de competencias. Tampoco habrá negociación unilateral para la quita de deuda, que tendría que ser un acuerdo de todos: «No hemos dicho que no vayamos a pedir la condonación de la deuda. Hemos dicho que para Andalucía no es prioritaria, porque no tenemos un problema de deuda que sí tiene Cataluña y porque no queremos blanquear los privilegios del independentismo», explicó la portavoz del Gobierno. En este ámbito los cálculos de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) fijan que Andalucía con más de 16.000 millones sería la comunidad más beneficiada por una quita, por encima de Cataluña. Esta misma institución calcula que de aquí a tres años la hacienda andaluza pagará al año más de 1.300 millones en intereses.

En tercer lugar, el Gobierno andaluz empieza a concretar su anuncio de «movilizaciones sociales»: la Consejería de Hacienda iniciará una ronda de reuniones con los agentes sociales y económicos para tratar de generar adhesiones al rechazo a la financiación singular catalana y un marco que contribuya al éxito de las movilizaciones sociales que se programan para este otoño. Ya una vez que se apruebe la financiación, la Junta ha anunciado en repetidas ocasiones que trabajará la vía administrativa y jurídica que podría llegar incluso al Constitucional.

En esta línea, el presidente andaluz, Juanma Moreno, reiteró que el cambio de modelo de financiación autonómica afecta de lleno a la Constitución (que sólo recoge dos sistemas concertados de financiación para Cataluña y el País Vasco) y por tanto reclamó un referéndum para que sean validados. «Que haga una reforma a la Constitución, que nos lleve a un referéndum al conjunto de los españoles y votemos y decidimos si queremos ese modelo de cupo auspiciado por el separatismo catalán», apuntó el presidente en una entrevista concedida a Onda Cero.

Incertidumbre en las cuentas

Al margen de la incertidumbre en torno a la financiación autonómica, existe otro aspecto que también condiciona los recursos y la gestión autonómica: la falta de certeza sobre si habrá o no Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno de España aprobó ayer la senda de déficit siguiendo el mismo parámetro que en 2023 (asignando a las comunidades un 0,1%) pero ya en el pasado ejercicio esta propuesta fue tumbada y anulada en el Congreso, lo que abrió el terreno para la renuncia a presentar Presupuestos Generales del Estado.

La Junta de Andalucía ultima ya sus cuentas para 2025. Y lo hace sin cerrar aún si aplicará un 0% o un 0,1% de déficit (la diferencia es de más de 200 millones y sin saber si habrá o no cuentas estatales. «Esto es lo que pasa cuando alguien gobierna y no ha ganado las elecciones. Está sometido al chantaje del resto de grupos políticos. Al igual que el resto de comunidades autónomas trabajamos en un escenario de gran incertidumbre. Es un momento difícil que no es bueno ni para Andalucía, ni para el país en cuanto a actividad empresarial, PIB o creación de empleo. Esta incertidumbre lastra la inversión», detalló la portavoz del Gobierno.

En cualquier caso, Hacienda sí tiene claro que en el mes de octubre aprobará sus presupuestos para el próximo año y, al contrario de lo que ocurre en el Congreso, lo hará con la certeza de que serán refrendados por la mayoría absoluta del Parlamento andaluz del PP.

Serán los últimos presupuestos que se ejecutarán de forma completa en esta legislatura ya que en 2026 están fijadas las elecciones autonómicas a las que Juanma Moreno reiteró ayer que se presentará. Aunque al mismo tiempo planteó un límite: «No me perpetuaré en el poder ni estaré el tiempo que estuvo Manuel Chaves».