Tras la huella en movimiento de Federico García Lorca

Tras el éxito ascendente de las exposiciones «Una habitación propia» , «Desde el centro» y «Jardín deshecho: Lorca y el amor» , compuestas por buena parte de los fondos del poeta, el museo granadino da un paso hacia el arte vivo con las creaciones de las tres artistas contemporáneas. «Artistas jóvenes, pero no noveles» , como apuntó en la presentación la directora del centro, Sara Navarro : «El arte de Federico, como el que hoy vemos aquí, nos invita a un desplazamiento desde nuestro punto de vista al de otros».

La exposición, que estará abierta hasta el 12 de abril , ofrece «imágenes, propuestas, pautas que tienen que ver con el movimiento en el espacio», señaló el comisario de la muestra, Francisco Ramallo , profesor de Historia de Arte en Boston University Madrid, en la rueda de prensa, a la que también asistieron el alcalde de Granada, Luis Salvador ; la directora general de Industrias Culturales, Adriana Moscoso del Prado ; el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Antonio Granados ; la diputada de Cultura, Fátima Gómez y la presidenta de la Fundación Federico García Lorca, Laura García-Lorca .

La sobrina del poeta destacó que esta muestra «cumple con el proyecto soñado, lo que Lorca llamaba arte nuevo»: «Damos la palabra a artistas vivas» . Y advirtió de la coincidencia de las tres propuestas en un mismo afán: «La huella». «Muchas gracias por dejarnos la vuestra», les espetó Laura García-Lorca , visiblemente emocionada, al borde de la lágrima, después de que Adriana Moscoso enfatizara en el «camino de excelencia» por el que se dirige el Centro Lorca.

La nueva propuesta del centro Lorca, a partir de un ejercicio de «resignificación» de algunas obras de Lorca , como «Suites», «El público» o algunos dibujos del artista granadino, activa diferentes espacios en los que «resuenan ideas asociadas al movimiento». Las artistas ofrecen, a partir de sus propias investigaciones en torno a la teoría de la danza, la coreografía, el registro de movimiento o el lenguaje literario, encuentros donde «hallamos una serie de pautas de movimiento, en los que un cuerpo baila con otro».

Así, Rosana Antolí, con «Es horrible perderse en un teatro y no encontrar la salida», experimenta con la «notación» del movimiento presente e ntre el texto teatral y la obra plástica de Lorca . Por su parte, Isabel de Naverán, a través de una conferencia, indaga en la sección «El mar baila por la playa» en el registro de movimientos de un cuerpo en otro , mientras que Julia Spínola, a partir de la lectura de las Suites de Lorca, y apoyándose en el dibujo y la escultura provocará un diálogo «matérico-gestual» capaz de generar una nueva gramática.