Un rescate de ocho horas en Granada para salvar la vida de una barranquista

Pasado el mediodía, la Guardia Civil de Granada recibía el aviso de que una barranquista se había accidentado descendiendo el río Verde. Inmediatamente dos especialistas del Servicio de Montaña se pusieron en marcha para llegar al lugar del rescate a bordo del helicóptero del cuerpo. Pero los pilotos de la aeronave tuvieron que optar por dejarlos, no sin dificultad, en un camino fuera de la zona del rescate porque el fuerte viento no permitía acceder a la poza sin poner en serio peligro la seguridad de la aeronave y sus tripulantes.

Ante la imposibilidad de utilizar los medios aéreos para extraer a la accidentada, los especialistas del Grupo de Montaña tuvieron que activar a otros tres componentes para facilitar las labores del rescate, los cuales acudieron en vehículo todoterreno transportando material específico para este tipo de operaciones sin medios aéreos. Una vez localizada la mujer, y ante la sospecha de lesión que afectase a la columna vertebral, los guardias civiles emplearon un colchón de vacío y un collarín para inmovilizarla «totalmente e introducirla en una camilla específica para este tipo de rescates».

Los especialistas tuvieron que emplear una combinación de diferentes técnicas mediante el uso de cuerdas, poleas y bloqueadores para remontar la camilla con la accidentada por el cauce del río hasta conseguir llegar al sendero de entrada al barranco, lugar desde donde fue transportada a hombros, sendero arriba, hasta llegar a los vehículos y efectuar la transferencia a una ambulancia para su traslado al hospital de Motril. La exigencia técnica y física de este rescate ha sido de tal calibre para los especialistas, que tuvieron que emplearse de manera intensa durante ocho horas hasta transferir a la herida a la ambulancia.