Misterios de Granada: miedo en la calle San Jerónimo

Hay quien trata de identificar a este fantasma con un viejo profesor que fue despedido tras muchos años impartiendo clases en el Conservatorio, la decisión se tomó al carecer éste de la titulación oficial aunque sus conocimientos estaban muy por encima de otros profesores.

Aquel hombre que amaba la música e impartir clases compartiendo sus conocimientos recibió aquel despido como si de una sentencia de muerte se tratara. No pasó mucho tiempo para que entrara en una profunda depresión y muriera. Desde entonces, cuentan, su alma vaga por aquellos pasillos a los que estuvo tan vinculado en vida.

Enrique Rueda es catedrático del Conservatorio de Música de Granada y cuenta como, en cierta ocasión, vio cómo se encendía una luz en uno de los baños y escuchar como la cisterna se descargaba, lo curioso es que en el baño se encontraba él solo.

En otras ocasiones ha escuchado voces que lo llamaban y que no procedían de ningún sitio o como algo provocaba que las plantas se movieran, como si alguien pasara por ellas, pero nadie visible lo provocara.

Otras personas, testigos de lo inexplicable, han sentido como se producen descensos muy bruscos de temperatura o de sentirse incómodamente acompañados por alguien al que no pueden ver.

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Antonia era la conserje del edificio y, en cierta ocasión, escuchó detrás suya como si alguien dejara caer un saco al suelo, resonó tras de ella pero al girarse no había nada ni nadie.

En otra ocasión bajó al sótano a encender la caldera y escuchó pasos a su espalda, creyó que se trataría de algún profesor, de repente notó su aliento en la nuca, se volvió y estaba sola, salió aterrada de aquel lugar.

Otros profesores han escuchado pasos en pasillos vacíos o en habitaciones igualmente desiertas e, incluso, ver materializarse una moneda de cien pesetas que caía de la nada.

La situación más extrema es cuando se ha escuchado tocar un piano donde no se encontraba nadie ensayando, quizás la nostalgia del viejo fantasma interpretando una última vez su melodía favorita.