Granada, a la carrera para ser sede de la Agencia Española de IA: «Lo tenemos todo, pero es también una cuestión política»
La capital granadina aspira a acoger uno de los proyectos más ambiciosos de cara al futuro con la universidad como uno de sus principales avales
Imagen del supercomputador Albaicín, una de las infraestructuras adquiridas en los últimos meses por la UGR
Que Granada se postulase como sede de la Agencia Española de Inteligencia Artificial hace tiempo podía significar algo muy parecido a la ciencia ficción. Primero porque se trata de un ámbito eminentemente de futuro, a la vanguardia tecnología y cuyas posibilidades y el impacto que ... tendrán en nuestro día a día, todavía está por conocer y desarrollar. La Agencia, de hecho, es un proyecto nuevo, por construir. Uno de los más ambiciosos y con mayor inversión europea en España.
En segundo lugar, porque la capital granadina, al sur de España, no suele estar invitada a este tipo de fiestas donde antes solo bailaban Madrid o Barcelona. Pero, por una vez, todo encaja. La política de descentralización del Gobierno ha pillado por sorpresa a muchos.
Valencia, Galicia o Aragón montan sus candidaturas a todo prisa. Pero no a Granada, que tiene en su universidad una de las más potentes de Europa en esta área y que lleva desde hace varios años atrayendo las miradas de empresas multinacionales como Google, Indra o T-Systems. Los investigadores de la UGR, algunos de referencia internacional, lo tienen claro: Granada está primera en la carrera.
Enrique Herrera, catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial
Enrique Herrera es toda una eminencia en el campo de la IA. A sus espaldas, más de 8.000 citas según Web of Science de Thomson Reuters por su producción científica. El segundo investigador español más citado en el área de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial. Actualmente, como Vicerrector de investigación y Transferencia de la UGR, es uno de los nombres propios en la estrategia para conseguir traer la Agencia. Junto con Francisco Herrera, también catedrático y, en estos momentos, concejal del Ayuntamiento de Granada, uno de los que hizo apostar por este ámbito hace ya más de una década.
A preguntas de este periódico, Herrera defiende a Granada como la opción más sólida: «Hay muchos argumentos que compartirían cualquiera de las otras candidaturas, pero Granada gana en valores. En contenido. En cómo darle forma. En gente que sabe del uso de la IA desde muchos lugares: del derecho, de la filosofía, economía digital o del propio desarrollo de algoritmos…Nos posiciona. Estamos en disposición de crear toda la estructura de la Agencia. Llevamos en esto los últimos cinco o seis años con una trayectoria internacional y europeo. No surge de un día para otro», explica el investigador.
Como principal baza, más allá de la calidad de vida, de la llegada de empresas o del buen trabajo hecho en estos años, lo mejor, incide Herrera, está en los profesionales, investigadores y la formación de nuevos estudiantes. «Hace tiempo que trabajamos en las unidades de excelencia. Con gente de muchos ámbitos trabajando entre sí. El modelo lo ha copiado la propia Junta para el resto de universidades. Insisto, el capital humano es el principal valor de Granada como candidata».
Javier Valls, experto de legalidad y ética por la Comisión Europea y profesor de la UGR
Cuando Enrique Herrera habla de los profesionales cita a Javier Valls como uno de los referentes. Profesor del Departamento de Derecho Penal de la UGR, fue este mismo verano nombrado como experto de legalidad y ética por la Comisión Europea. Ninguna de las candidaturas, ni Valencia, ni Galicia, ni Aragón lo tienen. Solo hay dos en España. Y uno es granadino. Valls insiste en ejercer de abogado del diablo cuando se habla de la candidatura de Granada: «Hay muchos factores y uno de ellos es el político. Sobre el papel, claro, Granada tiene todo. Un ecosistema emergente, sinergias con Málaga o Sevilla y, sobre todo, su universidad» explica.
En ese sentido, el profesor señala algunas bazas con las que cuenta la candidatura granadina y movimientos que deberían darse estos meses. «El acuerdo con el Ayuntamiento de Málaga es clave. Granada tiene un problema sobre todo de infraestructuras y el apoyo de un aeropuerto como el malagueño es fundamental. Luego está el apoyo de la Junta que, para mí, debería de ser aún mayor. Granada, sumando la Agencia al acelerador de partículas Iifmif-Dones, puede cambiar totalmente su futuro. Estamos hablando de que el sector tecnológico puede llegar a ser el 15% de su PIB. Que no solo la sustente el turismo».
A pesar del escepticismo, Valls incide en las posibilidades granadinas si nada se tuerce. «Yo lo pienso y claro que veo a Granada llevándose la Agencia. Pero van a ser muy importantes los tiempos, lo que se proponga tiene que mirar al futuro. En un principio se piensa en 40 trabajadores, pero las infraestructuras que necesitamos tienen que estar preparadas para lo lógico, que es que lleguen multiplicarse por diez. Granada puede cambiar su paradigma gracias a la IA, como pasó en el sur de Alemania con el motor de Mercedes».
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