El asesino de la última víctima por violencia machista en Granada tenía reconocida una discapacidad por esquizofrenia

Su presunto asesino, del que no ha trascendido el nombre pero sí que tenía 43 años, se sabe que también era esquizofrénico y tenía una dependencia de grado 2. Ambos compartían una vivienda en la Avenida de Madrid, a diez minutos andando del centro. No era un piso tutelado por ninguna administración. Lo costeaban con las pagas por su dependencia.

Este martes 19 de septiembre, en la puerta del Ayuntamiento de Granada, se ha guardado un minuto de silencio por su fallecimiento. La alcaldesa, Marifrán Carazo, ha hecho hincapié en que ya van «dieciséis mujeres asesinadas en Andalucía en lo que va de año», por lo que la colaboración entre administraciones «es crucial».

El consistorio ha decretado tres días de luto oficial y ha brindado «todo su apoyo» a la familia de la víctima, de la que ha dicho que los servicios sociales «no habían detectado ninguna anomalía«. Tampoco constan denuncias registradas contra el presunto asesino.

La subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, ha lamentado profundamente los hechos y ha resaltado que se trabaja «intensamente» para detectar estos casos. La víctima, la segunda en la provincia de Granada este año, «no presentó denuncia, y el 016 es un número que no deja rastro y que debemos difundir para los casos de violencia de género».

El delegado de la Junta en la provincia, Antonio Granados, dijo que «rechaza de manera rotunda» lo ocurrido y ha recordado que la administración autonómica tiene «la mano tendida» hacia la central «para evitar esta lacra y seguir trabajando». Apostó por «incentivar programas de formación, apoyo y tutela» para educar «hasta a los más pequeños».

En el minuto de silencio también hubo presencia de asociaciones independientes como La Volaera, formada por mujeres que han sido víctimas de la violencia machista y por sus familiares. Su presidenta, María Martín Romero, fue tajante al decir que «no queremos más minutos de silencio» y que las asesinadas «están gritando para que pare la violencia machista, que es la lacra más importante de este país».

«Todos los servicios de igualdad están privatizados, queremos un funcionariado especializado para las víctimas, que están abandonadas, y no hay más casos porque no quiere Dios o quien sea. No puede ser que se les den los niños al maltratador, porque nunca es un buen padre. Algunas víctimas nos han llegado a decir que prefieren sufrir una paliza a la semana a que su hijo deje de comer. Así que menos minutos de silencio y más acción política», exigió, tras dejar claro que el Pacto de Estado contra la violencia de género «no sirve para nada«, ha añadido María Martín Romero.

Además del minuto de silencio frente al ayuntamiento, también los ha habido en la sede de la Diputación Provincial y en la que comparten los sindicatos UGT y Comisiones Obreras.

El suceso se produjo el domingo por la tarde. A las 17,30, varios vecinos alertaron al servicio de emergencias 112 de que un hombre se había arrojado desde el tercer piso. Falleció en el acto. Dentro de la casa había una mujer que había sufrido varias puñaladas. No se pudo hacer nada para salvar su vida.