Violada seis días seguidos, encerrada y amenazada: así fue el calvario de la mujer forzada a una maternidad subrogada en Córdoba

El Juzgado de Pozoblanco 2 recoge en su auto de procesamiento, al que ha tenido acceso ABC, cómo durante la segunda quincena del mes de diciembre de 2021, M.D.L., actuando de común acuerdo con su esposo, E.B. mantuvo contacto a través de la red social Facebook con la joven que se encontraba en Perú, con la finalidad de alquilar su vientre a cambio de dinero.

Este matrimonio mantuvo varias conversaciones con la joven en las que acordaron que ésta vendría a España tras la Navidad y viviría con M.D.L y D.E. e intentaría quedarse embarazada de éste último manteniendo relaciones sexuales con él, ya que la inseminación artificial resultaba muy cara.

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A cambio, el matrimonio residente en Los Pedroches le darían alojamiento, una cantidad de dinero que rondaría entre los 15.000 y los 20.000 euros, e intentarían ayudarla a obtener los papeles necesarios para residir legalmente en el país.

La joven peruana vendió parte de sus bienes para conseguir el dinero suficiente para adquirir el billete de avión y finalmente llegó a España, en concreto al aeropuerto de Sevilla, el 30 de enero de 2022. Allí la estaba esperando este matrimonio, que la recogió y se trasladaron hasta la vivienda de éstos en una localidad del norte de la provincia de Córdoba.

El lunes 31 de enero ya comenzó la pesadilla para esta joven cuando la esposa de E.B. le dijo que «debía mantener relaciones con su marido para así quedarse embarazada«. Ésta última le manifestó su deseo de que el procedimiento se llevase a cabo a través de la inseminación artificial, pero como era muy caro y el matrimonio se negaba, accedió a mantener una única relación sexual con el acusado y de hecho la mantuvieron ese día.

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El martes 1 de febrero la joven peruana ya se negó a continuar manteniendo relaciones con el procesado porque el acuerdo -según sus conversaciones-contemplaba una única relación sexual. Ante esta situación, la esposa de volvió a recordarle a la joven peruana que debía mantener relaciones con su marido, por lo que hizo subir a E.B. al dormitorio de L.R. y les cerró la puerta para que mantuviesen relaciones.

Según el auto, el marido de ésta, a pesar de conocer que L.R no quería mantenerlas, le dijo que tener relaciones «era lo que debían hacer para que se quedase embarazada», por lo que finalmente acabaron manteniendo una relación sexual completa en contra de la voluntad de la joven.

El jueves 3 de febrero se repitió la misma exigencia por parte de la esposa de E.B., y en esta ocasión, como la joven se negó, la esposa la amenzó con ir a por un cuchillo para obligarla o si noe la iba a matar. Finalmente, como el marido no lograba excitarse, la mujer ayudó a que así fuera y forzó a la joven a tumbarse para poder mantener relaciones con su esposo. Del mismo modo, el viernes 4 de febrero, bajo insultos y amenazas de muerte, la joven fue obligada a mantener relaciones al tiempo que le cortaron la wifi para evitar que ésta comunicase con su familia.  

La semana fue larga. El sábado 5 de febrero L.R. le dijo a M.D.L.A. que un tío suyo pasaría a recogerla, lo que enfureció a la dueña de la casa que le pegó un puñetazo en la cara y le dijo que solo se iría muerta de la casa, que había venido a darles un hijo. Desde ese momento L.R. a pesar de desear marcharse, no pudo salir del domicilio porque todas las puertas estaban cerradas. Esa noche nuevamente la mujer fue agredida sexualmente.

El domingo 6 de febrero la esposa llegó a agarrar de los pelos y golpear a L.R. para obligarla a que mantuviera relaciones con su marido, pero éste le recriminó su comportamiento y le pidió que parase. La tregua sólo duró un día ya que el lunes 7 de febrero nuevamente la esposa agarró del pelo a la joven para que ésta mantuviese relaciones lo que finalmente ocurrió.

El martes 8 de febrero por la mañana, la esposa de E.B. le dijo que por su culpa su marido le había pegado para defenderla y que no iba a salir viva. «De aquí vas a salir ahorcada y muerta», llegó a decirle. Ese mismo día sobre las 12.00 horas, aprovechando que se encontraba sola, L.R. logró escapar de la vivienda abriendo el cerrojo oxidado de una puerta, momento en el que acudió a la Guardia Civil para denunciar los hechos.

Según la jueza instructora del caso, los hechos podrían ser constitutivos de un delito continuado de violación agravado, de detención ilegal; de un delito continuado de maltrato de obra, y por un delito continuado de amenazas por lo que podría imponerse penas de hasta nueve años de prisión para cada acusado.

Tras dictarse este auto, no se pudo llevar a cabo la declaración indagatoria porque los dos procesados están ilocalizables, por lo que se dictó en ambos casos una requisitoria de búsqueda y detención, según han informado a ABC fuentes judiciales. Tenían la obligación de personarse en el juzgado cada quince días, según fuentes del TSJA, pero no lo hicieron y vulneraron su libertad provisional.