Economía
Uno de cada tres bares de Córdoba cierra este agosto al bajar sus ingresos hasta el 50%
La merma de clientes por el calor y el azote de la inflación sitúan al sector en el peor verano desde hace diez años
Los contratos de la hostelería experimentaron en la capital en junio un descenso interanual del 17,6%
Un mes de julio extremo en Córdoba | Una veintena de días a más de 40 grados y 42 muertes por calor
El IPC de junio sigue la tendencia alcista y se dispara un 11,2% en Córdoba
Rafael Aguilar y Baltasar López
Córdoba
El verano de 2022 no está siendo feliz para la hostelería cordobesa. Las altas temperaturas hacen de la calle un sitio inhóspito del que los clientes huyen incluso en las horas nocturnas, por lo que tomarse una cerveza con una tapa ... en un velador o en una terraza es con frecuencia más una tortura que un placer. A la escasez de clientes se suma un mal que ya dura meses en el sector: el encarecimiento de los alimentos y la decisión de no repercutir ese sobrecoste en la carta y de absorber las pérdidas o de reducir el margen de ganancias en favor del mantenimiento del consumo y de la fluidez de la caja.
Que fluye lo justo. Porque el mes de julio, y sobre todo el de agosto, se han atrancado en los bares y en los restaurantes de la ciudad. La patronal del gremio, Hostecor, ha elaborado un informe con el minuto y resultado de la actividad de los en torno a dos mil establecimientos de restauración que operan en la capital, y la principal conclusión es que el 35 por ciento de ellos han decidido cerrar durante el mes que acaba de empezar porque no les compensa tener las puertas abiertas.
Hostecor
Sitúa en el casco histórico, con excepción de La Ribera, y en barrios como Arroyo del Moro las zonas más afectadas
El presidente de Hostecor, Francisco de la Torre, indica en este sentido que «no es habitual, ni mucho menos, que en agosto dejen de prestar servicio setecientos bares o restaurantes de la ciudad, y todo se debe a que estamos viviendo el peor verano en una década; incluso peor que los de la pandemia».
La razón por la que uno de cada tres establecimientos ha echado el candado es clara para De la Torre. «El calor condiciona mucho, y llevamos varias olas seguidas y las que nos quedan: es imposible estar en las terrazas y para quedarse en el interior la gente prefiere quedarse en su casa. Y las noches no dan tregua: siguen siendo muy calurosas», completa.
Pérdidas
El presidente de la patronal, de acuerdo a los datos recabados entre los miembros de la organización que dirige, estima que la cifra de negocios clausurados este agosto se encuentra por encima de lo habitual en esta época del año, cuando lo habitual es que dejen de prestar servicio el 25 por ciento de ellos.
«Las pérdidas a las que nos enfrentamos, y que lo explican todo, son llamativas: depende del establecimiento, pero estamos hablando de entre un cuarenta y un cincuenta por ciento de la caja», suscribe. El mal aqueja a toda la ciudad, si bien es más grave, a tenor de los datos de los que dispone Hostecor, en el casco histórico y en el centro de la capital, excepción hecha de La Ribera, que mantiene el pulso por su cercanía a la zona monumental y por el atractivo del vecino Guadalquivir. En barrios de la zona de expansión de la ciudad, como Arroyo del Moro, también es palpable el fenómeno.
La visión que tiene de lo que va de verano la asociación de empresarios de la restauración y turismo Horeca es pareja a la de Hostecor. «Llegados a la mitad del periodo estival no se ha alcanzado el cincuenta por ciento de afluencia de público, y más tras la ola de calor, que más que ola, la consideramos un tsunami», señala la entidad en una nota de prensa.
«Esta falta de afluencia por la ola de calor, añadiéndole la subida de costes, y los horarios de cierre nocturnos, implican un margen de beneficio casi inexistente, en muchos casos, negativos, que hacen que la situación siga siendo insostenible», añade. «De hecho, podemos comprobar que se han efectuado cierres definitivos de negocios de lo cual nos sentimos contrariados», indica. A renglón seguido, Horeca pide al Ayuntamiento y al Consejo de Movimiento Ciudadano una reunión para poder tratar una ampliación temporal del horario de cierre, solo para los periodos de verano, puesto que estamos observando que la afluencia de público es mayor a altas horas de la noche».
Demanda
La agrupación de empresarios Horeca pide al Ayuntamiento que retrase los horarios de cierre como compensación
Hostecor, de su lado, no está de acuerdo con esta solicitud de Horeca. Así, Fran de la Torre se mostró partidario de que «no se tomen decisiones a golpe de ocurrencia, porque todas las medidas, como la de la ampliación de los horarios de cierre de los establecimientos, han de tomarse sentándose antes con todos los colectivos sociales implicados, como en este caso son los vecinos, que se merecen una garantía en su derecho al descanso».
Mercado laboral
Los indicadores del mercado laboral de la hostelería evidencian los problemas en la actividad de bares y restaurantes. Así, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en la capital en junio (último mes disponible), en el arranque del verano, se realizaron 2.041 contratos para realizar el servicio de comidas y bebidas. Esa cifra implica una caída interanual del 17,6%.
Son, en concreto, 435 vinculaciones laborales menos que las formalizadas por los negocios de hostelería en idéntico mes de 2021, cuando bares y restaurantes, eso sí, se beneficiaban de la recuperación de la economía y de que el turismo se estuviera empezando a reactivar.
Pero, si el cruce de datos se hace con el escenario preCovid -el coronavirus castigó duro a este sector-, se aprecia una evolución mucho más negativa. Los algo más de dos millares de contratos que se realizaron en la hostelería en junio del presente ejercicio son 1.575 menos que los formalizados en idéntico periodo de 2019, antes de que la pandemia hubiera aparecido en escena. Eso implica un desplome de estas vinculaciones laborales de cerca del 44%.
Cambiar el horario laboral y de vida por las olas de calor en Córdoba
Davinia DelgadoSectores como la hostelería y el comercio abogan por atrasar los horarios de apertura y cierre para evitar los picos del mercurio, subir las ventas atrayendo a más clientes, además de reducir costes
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