Urbanismo
La Torre del Agua termina su larga espera como nuevo icono de Córdoba
Agrifluide concluye el edificio residencial de más altura en Córdoba (49 metros) tras años de parálisis
El nuevo hito de Poniente se ideó en 2007, lo tumbó la crisis, se retomó en 2016 y casi vuelve a caerse en 2019
El flamante aspecto de la Torre del Agua, en imágenes
Dos personas pasean delante de la estela de la Torre del Agua, cuyas obras han acabado
La Torre del Agua, el edificio residencial más alto de Córdoba y más icónico por su diseño y prestaciones, es ya una obra acabada tras más de siete años de vicisitudes y quince desde que se ideara. Agrifluide, la empresa cordobesa que se ... hizo cargo de la finalización de los trabajos tras tres años de parálisis absoluta por la quiebra de la constructora y los consiguientes problemas entre cooperativistas y la entidad financiera del proyecto, ha culminado el emblemático inmueble que corona el sector del Cortijo del Cura en la glorieta Amadora y pone el símbolo arquitectónico a la expansión de Poniente.
Mientras se dan los últimos retoques de limpieza y puesta a punto a un complejo con tres edificios (la torre y dos bloques más en forma de 'uve' sí concluidos con 41 viviendas cada uno bajo el nombre de 'Claro del Agua' y 'Azud del Agua'), Rafael García, presidente de Agrifluide, convierte en realidad su aspiración de hace apenas año y medio cuando asumió un proyecto al borde del precipicio que tenía visos de ser un fantasma en el horizonte de esta parte de la ciudad.
Prometió una inversión de 14 millones para culminar un tercio de la obra civil que restaba por acometer y que todo estuviera finalizado para el verano de 2023. El próximo 4 de octubre tendrá lugar un acto oficial de inauguración. De las 38 viviendas que componen el complejo central (la torre), todas están vendidas menos una que, curiosamente, pertenece a un familiar del promotor y que de momento no saldrá a la venta.
El origen
«Hemos tenido alguna dificultad, pero éramos conscientes de ello. Retomar una obra que había estado tres años parada no es fácil, pero hemos conseguido lo que queríamos y estamos muy contentos», explica a ABC García, quien subraya el «simbolismo» de un inmueble icónico en altura (49 metros, por 55 de la torre campanario de la Mezquita-Catedral) y diseño (bajo la firma del estudio de Rafael Castelló) que «marca diferencia en muchos aspectos». Entre ellos, unos precios que están en torno a los 400.000 euros de promedio, pero que cuentan con prestaciones tales como una pequeña piscina en la terraza de cada una de las viviendas más unas zonas comunes de alta gama.
El proyecto de la Torre del Agua data de 2007, cuando la promotora cordobesa ÑXXI y su responsable Fernando Albuger presentaron la idea para desarrollarla en la corona del plan parcial O-4 Cortijo del Cura (aún incipiente). Encerraba un montante de 36 millones de euros de inversión y casi dos años de ejecución. La propuesta originó una innovación del Plan General de Ordenación urbana (PGOU) en ese año y el siguiente. La torre, en un momento de debate en la ciudad sobre la altura tras el fiasco del 'Ojo del Califa' de Carlos Ferrater y Prasa en Vallellano o la 'megatorre' de la Junta de Andalucía en los suelos de la vieja Noreña, lograba el encaje urbanístico, pero la crisis económica de 2008 y el pinchazo inmobiliario se la llevó por delante.
Cooperativistas y banco
No fue hasta ocho años después cuando se retoma bajo un modelo de cooperativistas. Las tripas del negocio habían escarmentado. Cooviur Desarrollos y la comercializadora Inmoclover presentan en un hotel de Córdoba el 28 de marzo de 2016 el nuevo proyecto que se limita al uso residencial. El de ÑXXI blandía otro perfil con un hotel y oficinas mirando más a la proximidad de la Ciudad de la Justicia.
Con una notable mejora en el contexto económico, el proyecto echaba a andar con la venta de las primeras viviendas y el respaldo de una nueva entidad financiera. Las obras comenzaban y todo parecía ir viento en popa.
Sin embargo, en 2019, la constructora del edificio, Tensinger, entra en concurso de acreedores y la obra se queda paralizada durante tres años. Tiempo en el que empieza una dura batalla entre los cooperativistas, y dueños a fin de cuentas de 23 viviendas, y la entidad financiera Caixabank que arropaba el proyecto. La paralización de las obras generó un complicadísimo panorama de reclamaciones judiciales en las que iba perdiendo el banco al reconocerse la devolución de las cantidades entregadas a cuenta tanto por particulares como por la empresa.
Finalmente se llega al acuerdo de buscar a otro contratista para terminar la edificación y es cuando aparece la empresa agrícola tras meses de arduas conversaciones entre las partes y un panorama atractivo para que los cooperativistas que adquirieron sus inmuebles puedan disfrutarlos. Agrifluide es una firma más volcada en el sector agrario y de fitosanitarios pero que había 'picoteado' en el mundo inmobiliario con promociones en Córdoba y la Costa del Sol.
Rafael García y Agrifluide, con el visto bueno de cooperativistas y el banco, toman las riendas de la Torre del Agua y retoman unos trabajos a los que faltaba un 30%, aproximadamente, por finiquitar. Comercializar 15 viviendas, culminar la fachada y terminar todas las conexiones interiores de electricidad, fontanería o cerramientos. A día de hoy, la obra está terminada y cuenta con el certificado oficial que así lo acredita. Se dan los últimos retoques de limpieza y a las diferentes viviendas para el próximo acto inaugural.
Las únicas construcciones que le harán sombra a sus catorce plantas en el 'sky line' de Córdoba serán la Torre de la Mezquita-Catedral (55 metros) y el Silo, usado en estos momentos como almacén arqueológico de la Consejería de Cultura (48 metros). El campanario es el techo de la capital y el umbral urbanístico en altura, desde el San Rafael que la corona al suelo. La construcción de Hernán Ruiz III en el siglo XVI es, sin duda, la imagen más icónica.
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