Jueves, 12-03-09
J. P.
CÓRDOBA. El Plan Parcial O-4 «Cortijo del Cura», concebido como el primer gran barrio residencial de la ciudad en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y que lleva más de seis años tramitándose, no ha escapado de la crisis como podían esperar varias de las firmas que adquirieron allí terrenos y comenzaron a levantar sus bloques de pisos antes del parón.
Antes de salir airosos del negocio, la débil economía les ha tocado el hombro hasta tal punto que en algún que otro caso les está costando liberarse y seguir adelante con el normal proceso de la venta y entrega de viviendas.
Eso le suecede a quienes más adelantados están, pues otros aún no han comenzado siquiera a construir.
Y es que casi la mitad, un 47%, de los 91.000 metros cuadrados de suelo para uso lucrativo residencial y comercial que componen este plan parcial -cuya culminación ha dejado en compás de espera la crisis pese a que los trámites marcharon desde un primer momento a buen ritmo- están aún sin edificar, mientras que los bloques que se han comenzado a levantar en muy pocos casos se han terminado totalmente y se han entregado a los inquilinos.
En los que así ha sido, la ocupación de inmuebles es muy escasa a decir del amplísimo porcentaje de persianas echadas y terrazas desocupadas que se aprecian desde el exterior; y todavía quedan viviendas por vender, como reconocen algunas de las promotoras que cuentan con terrenos en esta zona en la que ÑXXI construirá una torre de 14 plantas y que está situada entre el Parque Figueroa, la glorieta Amadora, Cañito Bazán y la Ronda de Poniente.
Del total de terreno disponible, 15.000 metros cuadrados se contemplan para 375 viviendas protegidas que no han comenzado a construirse, si bien Vimcorsa tiene licencia para hacerlo en tres parcelas en las que promoverá 309. El resto de inmuebles, hasta 1.125, serán libres. Por otra parte, hay reservado más de 40.000 metros de suelo para uso dotacional que tampoco está construido.
Las firmas que ya han edificado sus promociones aseguran que la mayoría de los inmuebles tienen dueño pues en muchos casos los adquirieron antes del parón de la economía. Sin embargo, no falta quien indica que «hay donde elegir» y otros en los que han terminado la primera fase de sus pisos pero no inician la segunda prevista.
Por otra parte, varias han comenzado a efectuar descuentos bien en cocheras y trasteros, bien en el precio de las viviendas, que supera los 350.000 euros de media en pisos con tres dormitorios.
Algo más bajo es el coste de los de una de las promotoras que han optado por ajustar más los precios. Las cuantías de sus apartamentos oscilan entre los 200.000 y los 350.000 euros que ya incluyen un descuento de entre el 5 y el 15 por ciento.
Tal comportamiento lo corroboran en otra promotora, donde comentan que «se están haciendo descuentos importantes», aunque omiten dar algún tipo de porcentajes; o en una tercera en la que se niegan a variar la cantidad estipulada para las viviendas a no ser que «haya algo especial como que pague al contado, entonces se hablaría con la dirección de la empresa».
«No entramos en el juego»
Pese a todo, no es esta estrategia la tónica general, al menos en un primer contacto con el comprador en algunas empresas cuyos comerciales se muestran ofendidos al ser preguntados y responden con un «no entramos en ese juego», a la vez que animan a visitar el piso piloto para comprobar que las calidades que ofrecen no son dignas de rebajas.
Y es que, como aseguran en una de las constructoras de esta zona, «los clientes están esperando gangas». De ahí que esté costando vender los pisos que quedan libres, mientras que los que ya lo están en muchos casos no son ocupados debido, entre otras motivos, a que el comprador los adquirió con ánimo especulativo. Eso explicaría que ahora no se marchen a vivir en ellos y haya que insistir en más de una ocasión para que hagan las escrituras.

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