Soy cordobita

Cortinas de humo de colores

Desde que Podemos llegó a la escena española, la venta de humo se multiplica gracias a todos los partidos menos a uno

Preparativos de comida solidaria de Cáritas Valerio Merino

29/06/2020 a las 07:51h.

Paseando por las Iglesias Fernandinas se ven ahora largas colas que no son para entrar a ver el rico patrimonio histórico que se exhibe en las mismas si no que dibujan las caras de aquellos cordobeses a los que la crisis del coronavirus les ... ha golpeado especialmente y necesitan de la ayuda para comer de todos nosotros a través de las donaciones, de las cofradías y de voluntarios de diversas organizaciones. No solo inmigrantes y personas que duermen en la calle . Están cordobeses con sus hijos de la mano, bien vestidos, como tú y como yo, que por los ertes o el paro endémico no les llega para terminar el mes. A veces, ni pueden empezarlo.

Estas personas no gritan, ni salen en manifestaciones, no tienen colores que los definan , ni colectivos subvencionados que representen un caladero de votos promocionales. Parecen ser grises como las piedras de los muros de las iglesias donde esperan llenar su cesta de la compra, camaleónicamente transmutados en esculturas al paso de los demás transeúntes.

Por contra, están los expertos en vender humo , en este caso de colores, y no es por otra cosa que lo rentable que resulta tal maniobra de distracción. Desde que entró Podemos en la escena política, la venta de humo se ha elevado a su máximo exponente, pero lo peor es que cada una de las premisas histriónicas que han elaboradohan sido compradas por todos los demás partidos del arco político, excepto por uno.

Gobernar se ha convertido en cambiar nombres de calles , desenterrar muertos y pintar de colores el mundo. En meter en los contenidos escolares la apología de la homosexualidad, transexualidad y todo lo que se les ocurra a la vez que desaparecen la Filosofía y las Matemáticas . ¿Qué hace más libre sexualmente a un hombre, «hombra» u «hombro»? ¿Salir vestido de mamarracho a la calle y que se pinten los pasos de cebra de colores o leer a Truman Capote, Lorca, Marcel Proust u Oscar Wilde?

En España, hace muchos años que no hay ningún ataque a la sexualidad que justifique ese acento coloreado a la política y educación. En otros países, con otros regímenes, sí. Pero, claro, cuando uno no sabe muy bien cómo llevar el timón del Gobierno, viene muy bien ampararse en esta propaganda de lo socialmente de moda y correcto.

El ámbito de la intimidad es libre. La cultura europea clásica que hunde sus raíces en Grecia y Roma . Tiene muy claro este principio, pero la imposición de este tema recurrentemente en el menú político es indigesto.

La intimidad no es subvencionable, porque es única en cada ser humano que, mientras no haga daño a nadie, es libre de realizarse. Si quiere, como antena parabólica . Pero cuando se sublima la subvención colectivista, entonces, amigos gobernantes, pasa a ser una mera cuestión de prioridades.

Si yo tuviera un presupuesto público con superávit por gestionar, pero restringido por los incumplimientos, no distraería ni un euro en pintar monigotes , ni colorines por aquí y por allá. Me centraría en saber qué familias cordobesas tienen todos sus miembros en paro y en generar empleo a través de buenas políticas económicas que se le presuponen a la derecha liberal española, para que desaparezcan las grises colas del hambre.