PRETÉRITO IMPERFECTO

Verdugo por víctimas

Es meritorio homenajear a la vez a las víctimas del 11-M y rendir tributo a un terrorista de Grapo que aún se vanagloria de serlo

El terrorista del GRAPO Pepe Balmón durante su homenaje en Córdoba por la alcaldesa Ambrosio ARCHIVO

Es meritorio homenajear a víctimas y verdugos en una misma semana . No hay principios. La política es ya la distancia más corta entre la impostura y el cinismo . Carece de fondo, se perpetúa en la forma voluble, cuando no, en el ... silencio indigno y cómplice. Vale todo. Huye de lo importante, para abanderar lo secundario y relativo. La alcaldesa de Córdoba, la socialista María Isabel Ambrosio , y su socio de gobierno el comunista (¿) Pedro García salieron este lunes a los escalones del Ayuntamiento de la ciudad a rendir tributo , junto al resto de formaciones políticas municipales, a las víctimas de los atentados terroristas del 11-M en Madrid.

Una trágica mañana que sacudió hace quince años nuestros corazones y espina dorsal como país y que, por desgracia, demostró la falta de unidad ante los hechos trascendentales que hoy seguimos padeciendo. Miles y miles de cordobeses salimos a la calle esos días a mostrar nuestra repulsa más absoluta. La misma alcaldesa y el mismo socio salieron este miércoles a las tablas del Teatro Góngora a rendir homenaje a los vecinos del barrio de Electromecánicas y su memoria obrera . Pero el aparente acto electoralista de escarnio al empresario y proclamas previsibles , con entrega de diplomas, acabó en el reconocimiento público a uno de los cabecillas del grupo terrorista Grapo en los años setenta y ochenta de la pasada centuria: el cordobés Pepe Balmón, condenado a 30 años de prisión (pasó 20 entre rejas) y a quien se le atribuyen, entre otras «lindezas», el asesinato de cuatro policías nacionales (también obreros), colocación de artefactos explosivos, secuestro ,... Y no por haber cumplido su pena evidenció su derecho a la segunda oportunidad. Allí mismo, delante de quien le entregó el diploma y lo señaló como «donante de memoria» dijo bien claro: « No me arrepiento de nada, ni digo lo siento ». Un claro ejemplo de reinserción social . Una enorme evidencia para la opinión pública de en qué manos estamos.

Tan preocupada como se halla la alcaldesa por que la dejen hacer su candidatura a la reelección , hemos de suponer que ha debido explicar ya a tan distinguidas personalidades como un exvicerrector de la Universidad de Córdoba o exsecretario general de la Junta, o a toda una viceconsejera de Salud, que tendrán que ir acostumbrándose a mutar en radicales capaces de homenajear a un terrorista , cuestionar ataques aéreos contra el yihadismo o agasajar a quienes okupan el patrimonio de todos los cordobeses. Quien se presenta como un velo de moderación para regir esta ciudad minusvalora a sus posibles votantes intentado camuflar en el trato cercano de seda una vis tremendamente áspera. Pero tontos no somos.

En Málaga, cuando hace unos años, se pretendió venerar de nuevo a Balmón en un edificio municipal que estaba «okupado» para mayor gloria, alguien tuvo la decencia de impedir que esa actuación se produjera. Aquí en Córdoba se abrió el Teatro Góngora, se encendieron las candilejas y se dio turno de palabra y proclama a quien se reivindicó como un terrorista. Es normal que haya que irse a la capital de la Costa del Sol a buscar el mar, las buenas viandas que éste nos regala, el trabajo... y hasta un modelo para poder gobernar algún día con cierto sentido común y honradez esta ciudad .

Van a cambiar el nombre de quince calles de Córdoba por sus «fechorías» franquistas en honor a la memoria histórica. Y han dado honores a un terrorista que delante de sus narices se vanaglorió de serlo . Quid enim est.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios