Un tanatorio sobrenatural

Sólo me quedó recurrir a lo paranormal para comprender cómo este permiso de obras volvió a la vida en tiempo récord cuando parecía irse al otro barrio. Hay que recordar que el funcionario de Urbanismo que debía decidir sobre esta autorización emitió el 12 de julio un dictamen desfavorable a su otorgamiento.

Le faltaban planos, no tenía informe de ruidos o no se justificaban elementos de climatización y refrigeración que deben presentar los tanatorios. Lo que hubiera sido un certificado de defunción para un desarrollo ágil de este complejo de velatorios si hubiera sido privado se tornó en milagrosa resurrección al impulsarlo el Ayuntamiento de Córdoba.

Porque se produjeron unos hechos que dejarían boquiabiertos a los mismísimos agentes Mulder y Scully. Fue el director técnico de la Gerencia, un alto cargo de confianza, quien asumió, en una decisión nada habitual, este cadavérico expediente y lo sacó del hoyo. Autorizó la licencia de obras. La sanó planteando que los cambios necesarios se hicieran tras el otorgamiento. Su informe llegó apenas diez días después del negativo. Son unos plazos sobrenaturales para Urbanismo que, comandada por IU, ha incinerado este mandato la paciencia de empresarios o arquitectos con los retrasos en la concesión de permisos.

Esta iniciativa ha alcanzado el paraíso del papeleo porque el bipartito le ha tendido una autopista. Ha apisonado obstáculos como las serias advertencias de Intervención en su contra -el servicio público que debe ofrecer Capitulares es el de cementerios; no tiene obligación de prestar el de tanatorio- o las amenazas de Tanatorios de Córdoba (empresa privada) de que llevará al Ayuntamiento al juzgado por las futuras instalaciones de San Rafael. Ve competencia desleal, por el sustento público que tiene Cecosam, y considera que el proyecto contraviene el PGOU. Pese a todo, el cogobierno PSOE-IU sigue empeñado en darle vidilla a las cuentas de la empresa municipal de cementerios con esta operación. Poco parece importarle que la ejemplaridad con la que debería actuar el Consistorio pase a mejor vida.