El segundo premio

Como quiera que la eventual repetición de elecciones autonómicas forma parte en el momento en el que se redactan estas líneas de un remoto futuro, son las elecciones municipales la salida obvia para todos los cuadros del PSOE oficialista que se ha quedado fuera de juego, o que se va a quedar en las próximas semanas, si como parece se concreta el gobierno de coalición . Para que nos vayamos entendiendo, los mejores puestos entre el socialismo, los más codiciados, son lo que tienen a Hércules, los leones y las columnas en la tarjeta de visita. Por sí, España y, a ser posible, la humanidad. Pero sobre todo por sí.

En el caso de que eso se pierda, que parece que se va a perder, las municipales se van a convertir en el único cobijo posible para los cuadros acostumbrados al despacho guapo y el salario generoso que proporciona el erario. Y eso es un problema porque, como dice la salsa, no hay cama «pa» tanta gente. En tiempos de escasez, cualquier agujero es una trinchera y va a ser problemático mantener la cohesión del susanismo que aquí manda mediante el tradicional y reconocido sistema de premios y castigos , dado que las posibilidades de galardón quedarían mermadas.

La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio , no tuvo el control de su lista en su primera comparecencia hace tres años y pico. El resultado ha sido glosado por ella misma, que le llegó refunfuñar a su equipo por su ausencia de adaptación al medio. La realidad es que a Ambrosio le hicieron la lista a cara de perro en la avenida del Aeropuerto y que ella se limitó a librar algunas de las batallas posibles. Como ha quedado en su trayectoria, solamente aquellas que tenía alguna posibilidad de ganar.

La descontada victoria socialista en la Junta que esperaba el PSOE daba la posibilidad de que el equipo de la alcaldesa, que tiene a Miguel Franco de asesor político primero, tuviese menos problemas para buscar una candidatura posible, mejor adaptada a lo que Ambrosio tiene y que sigue teniendo posibilidades de gobierno.

El desalojo autonómico frustra cualquier alternativa de que no haya jaleo del bueno cuando esa relación de nombres se redacte. Los que siempre miraron la lista de las elecciones locales en Córdoba capital como cuestión menor van a sacar la faca e inclusive el bazuca para optar a algunos de los puestos en litigio toda vez que el PSOE no lo tiene todo perdido y que las listas de las generales van a ser cosa de Pedro Sánchez y solo de Pedro Sánchez, que ya ha dado muestras más que sobradas de que no pretende compartir ni un gramo del espacio que le corresponde con los mismos que propiciaron el golpe de estado que le sacó a guantazos de Ferraz la primera vez.

Es lo que pasa cuando no se da el trancazo en la mesa teniendo las opciones abiertas de aquella agrupación local de Córdoba capital que ahora parece aún menos probable que cuando, por insistencia del equipo de Ambrosio, se incluyó como promesa del último congreso socialista.