Eva Pedraza: «Las “cordosiesas” existen, pero hay pocas»

-La mujer cordobesa lo es de los pies a la cabeza. Pero en mayo ¿qué tiene una mujer cordobesa en la cabeza?

-Sobre todo, fiesta. Pero también muchas cosas, porque si eres madre, tienes el colegio, la llegada del calor y cambiar los armarios, y yo personalmente tengo a Córdoba en la cabeza para venderla… a quién llamo para que venga, a quién invito, a dónde los llevo a comer… Y cuando llega la Feria, lo que principalmente tengo en la cabeza es qué día voy a llevar a los niños , si mi hija se quiere vestir o no… Todo eso, que no es poco.

-Y para los pies en El Arenal ¿Qué es lo mejor?

-Sin dudarlo, una botas camperas . Yo voy muy arreglada pero con botas camperas o incluso de punta. Hay zapatos monísimos pero desde luego para la Feria no sirven.

-¿Existe la polémica figura de la «cordosiesa» o sólo es una cordobesa cansada de estar en la Calle del Infierno con los niños?

-Un poco sí (se ríe), pero a mí, fíjate, no me cansa estar arriba y abajo con ellos por las atracciones. Puede agobiar un poco, pero no me cansa a pesar de tener tres niños de edades distintas , que por ello tengo que estar repartiéndome. De todas maneras, la «cordosiesa» existe. Pocas, pero las hay…

-Los hombres, al tercer día de Feria, estamos muy desmejorados, pero vosotras llegáis espléndidas a los últimos fuegos artificiales ¿Eso cómo se consigue? ¿Se trabaja, hay alguna predisposición genética?

-Yo creo que bebemos menos rebujitos que los hombres, está claro.

-La Feria se llena de mujeres guapas que después no se ven el resto del año por la ciudad… ¿O es que no nos fijamos bien?

-Es cierto que el traje de gitana favorece un montón y hay mujeres que les encanta arreglarse en la Feria y no son tan coquetas después, cada día. Pero yo veo mujeres preciosas siempre en esta tierra. No os fijaréis bien, seguramente. Porque todas andan por Córdoba durante el año.

-¿Y cómo disfruta Eva Pedraza de la Feria de Córdoba? ¿Cuál es su ideal de fiesta si es que tiene uno?

-Pues un día con los amigos , solo uno, y el resto es niños, niños, niños… Porque me cuesta trabajo dejarlos con alguien para que os cuide y, en realidad, a mí lo que me gusta es ir con ellos. Disfruto mucho de esa manera.