Las nuevas infraestructuras de la Universidad de Córdoba, pendientes de financiación de la Junta

La UCO tiene planes para todas las instalaciones que presentan carencias, pero en casi todos los casos n ecesita el apoyo financiero de la Junta de Andalucía , de la que depende para abordar unos proyectos de coste elevado. Por si sola, la UCO -y prácticamente todas las universidades públicas españolas- no tiene capacidad económica suficiente para hacerlo.

De todos los proyectos de infraestructuras de la UCO, el que se encuentra en un estado más avanzado es el de la urbanización del Campus de Rabanales , cuyo trazado y diseño corresponde al de la etapa de la Universidad Laboral. Se ha quedado obsoleto y por tanto es una de las prioridades de la UCO . El proyecto técnico, encargado por la Universidad a una consultora de Valencia, va por buen camino y el vicerrector de Infraestructuras, Antonio Cubero, espera tenerlo en sus manos a finales de año. Otra cosa es ponerlo en marcha.

Para su desarrollo -como para el resto de actuaciones-, la UCO necesitará la financiación de la Junta de Andalucía. A sabiendas de que el dinero sólo llegaría, si lo hace, con cuentagotas, la UCO ha preparado un proyecto que puede desarrollarse hasta en seis fases, en función de la disponibilidad presupuestaria. «Este proyecto requiere mucho dinero, y nosotros no lo tenemos», asegura Cubero. La intención es cambiarlo prácticamente todo: acerados, viales, instalaciones sanitarias, eléctricas y de abastecimiento, reordenación del tráfico, mobiliario urbano, zonas peatonales, iluminación...

El vetusto edificio de Puerta Nueva alberga no sólo a los futuros abogados y jueces, sino también a empresarios y economistas, bajo el techo de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas Empresariales. En total son más de 2.500 alumnos -sin contar estudiantes de máster, que rondan los 200- que comparten un edificio con pocas posibilidades de expansión. Pero las hay.

La intención de la UCO es solucionar los problemas de espacio más urgentes mediante una ampliación y remodelación interior del propio edificio. Consiste en la construcción de dos pequeños edificios para aulas y despachos, lo que unido a la remodelación del salón de actos, a punto de terminar, debería ser suficiente a corto plazo, según explica Antonio Cubero. El presupuesto estimado para todas estas actuaciones ronda 1,5 o 2 millones , indica el vicerrector.

Esas obras no solucionan el problema de espacio a largo plazo del centro con más alumnos de toda la Universidad de Córdoba; de hecho, en la provincia hay una docena de pueblos con menos población. La UCO, por tanto, está barajando otras alternativas que serían más complejas desde un punto de vista técnico pero, sobre todo, económico.

La primera de ellas es levantar un edificio en los antiguos terrenos del Matadero , al otro lado de la ronda. El Ayuntamiento, propietario del solar, estaría dispuesto a cederlo a la Universidad. El problema, además del dinero, es que «está la ronda de por medio. Lo ideal es que esté todo junto, pero esa opción existe», afirma Cubero.

Menos factible, en opinión del vicerrector, es el rescate de una opción barajada hace años: la adquisición del solar vacío en la Plaza de la Magdalena que hasta hace poco estaba «okupado» y en el que ahora conviven gatos y ratos. Tiene la ventaja de encontrarse muy cerca de la actual Facultad de Derecho, sin una gran avenida de por medio, y además el Ayuntamiento vería con buenos ojos una inversión como ése en una zona degradada y con pocas alternativas. ¿El problema? La estructura de la propiedad. Cubero asegura que esa parcela tiene al menos tres o cuatro propietarios diferentes , incluido un fondo de inversión. «Ponerlos a todos en sintonía es un lío», asegura Cubero. La opción no está descartada pero se considera muy difícil de llevar a la práctica.

Su situación es parecida a la de Derecho, con aulas masificadas ante la falta de espacio para cualquier cosa. Allí se apiñan más de 2.000 alumnos en un bello edificio del siglo XVIII donde es muy complicado reformar nada . Lo último que se ha hecho, declara Cubero, es la transformación de varios archivos en pequeñas aulas que servirán, al menos, para aliviar a los estudiantes de máster. Pero se necesita mucho más, porque Filosofía «tiene un problema de espacio importante y no terminamos de encontrar el sitio» , reconoce el vicerrector.

La idea de la UCO es mantener la facultad en su ubicación actual , pero ampliándola con dependencias en edificios cercanos . Hablamos del centro histórico, una zona muy cotizada en la que no es fácil encontrar ubicaciones adecuadas. Por ello, la Universidad quiere retomar un protocolo firmado con Defensa hace una década para adquirir los edificios que el Ministerio tiene baldíos en la Trinidad -lo que se conoce como «la Zona»-. Una segunda opción en cartera e s que el Ayuntamiento ceda algún edificio con poco uso en la zona del Alcázar . El vicerrector cita el mercado del Alcázar Viejo como ejemplo, pero el actual alcalde, José María Bellido, prometió en campaña electoral que ahí pondría un centro para mayores.

El problema aquí es de naturaleza distinta al de Derecho o Filosofía. La facultad está dividida en dos edificios en los extremos de la ciudad , Ciencias del Trabajo en Ollerías y el grado de Turismo en los bajos del Hospital Provincial. El vicerrector aclara que «ahora mismo espacio hay, y la docencia se imparte en condiciones adecuadas. Pero está partida en dos».

La solución parece obvia: construir un nuevo edificio que albergue todos los estudios . No hay inconvenientes técnicos, puesto que la UCO ya dispone de un solar propicio -cedido por el Ayuntamiento de Córdoba- en el Vial Norte, donde ya ofrece otras instalaciones como el Centro de Idiomas o la fundación universitaria Fundecor. Se completaría así una manzana académica completa en una de las zonas más valoradas de la ciudad, pero el problema vuelve a ser el presupuesto. La estimación de Cubero, aunque aún no existe un proyecto técnico, es de unos 7 millones de inversión, entre la construcción del propio edificio y los equipamientos. Para que sea una realidad, «necesitamos que sea la Junta quien lo financie, dentro de sus políticas de infraestructuras», manifiesta Antonio Cubero.

El edificio que alberga la antigua Escuela de Agrónomos, el único de Córdoba inspirado en el «brutalismo» de Le Corbusier, no tiene problemas de espacio. Por un sencilla razón: no hay nadie dentro. Se encuentra en desuso desde mediados de la década pasada , cuando la UCO acordó desafectar el uso universitario para dedicarla a otros menesteres. Pero desde entonces nadie se ha interesado por esta singular construcción que el año pasado cumplió 50 años.

Ahora sí hay planes avanzados. La UCO va a publicar de forma inminente un concurso para alquilar el edificio durante 40 años, a 175.000 euros la anualidad. Pasado ese tiempo, la torre de Agrónomos revertiría a la Universidad completamente reformada. Y ya hay varios operadores interesados en hacerse con estas instalaciones universitarias.