La Graílla
Malcriadas
Tras lograr la casi unanimidad política sobre el aborto llega la aniquilación de los disidentes
Publicidad en una marquesina sobre el rezo ante las clínicas abortistas
Como a los chiquillos malcriados que cogen una rabieta si alguien les dice que las chuches no están bien antes de comer, a estas señoras del morado y la pancarta no les ha enseñado nadie a tolerar una frustración pequeñita. Ni siquiera es ... una contrariedad grande o una renuncia temporal a algo que quieren, que eso no les pasa: basta con que alguien diga que piensa distinto a ellas para que se les enciendan los ojos, alcen la voz, den un taconazo en el suelo y quieran ponerle una mordaza en la boca . El vicio nace de la costumbre de ganar y del mal hábito que tienen los que las usan de fuerza de choque de darles todo lo que piden.
Hace décadas consiguieron que el aborto dejase de ser un delito en ciertos casos, luego que fuese un derecho incluso para quienes lo usan de forma recurrente como brutal método anticonceptivo , y ahora hiperventilan si hay una campaña que defiende a quienes rezan frente a las clínicas donde se practica. Las presiones al Ayuntamiento de Córdoba y a los de toda España son tan exageradas que es más fácil pensar que no son más que sobreactuaciones para justificar los despachos públicos, las cámaras y las subvenciones que llevan el adjetivo deformado de sociales.
No tienen miedo porque muchas de estas mujeres del puño y el signo de Venus saben en el fondo que su logro histórico no va a peligrar en muchas décadas, al menos mientras no se extienda por aquí el islam que les hace suspirar por pensar que sólo se opone al cristianismo. La carrera de cualquier político se puede descartar con la simple afirmación de que es antiabortista , los escritores, artistas y personajes públicos saben que pierden puntos si se salen un milímetro del ‘mi cuerpo, mi elección’ y la capacidad para revertir o retocar las leyes es ninguna: el partido que solía representarlos planteó cambios casi cosméticos con mayoría más que absoluta y se asustó con unos pocos titulares de prensa. A quien piense en que otro partido más auténtico en casi auge sí que se atreverá habrá que recordarle que las promesas electorales, como dijo Miterrand , no comprometen más que a quien se las crea.
Tal vez tenga razón quien intuye que la calle tiene mucha más división de opiniones que el arco parlamentario, que va del que piensa que el aborto es algo chulísimo y necesario al que cree que es un mal que hay que aguantar por unos cuantos votos, pero estas mujeres de la rima gritada saltan quizá por estar malcriadas o consentidas después de ver durante bastantes años cómo todo el mundo les da la razón. Debe de ser que el poder nunca sacia y después de la práctica unanimidad de los que legislan, de marcar a los que discrepan con la señal de los apestados, ultracatólicos y gente que va a misa, lo siguiente tiene que ser aniquilar a los disidentes . Como si estuvieran diciendo que la tierra tiene forma de pirámide o que entre el 30 y el 40 % de los hospitalizados y muertos con positivo en PCR en realidad enfermaron o fallecieron de algo mucho más grave que el famoso Covid .
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