Julio Anguita, esperando al cerebro mientras el corazón resiste

Anguita sigue estable dentro de la gravedad y con ventilación mecánica . Ése ha sido el parte reiterado durante toda esta semana, pero los avances no llegan , aunque en el transcurso de los días sus cuidadores parecían más optimistas. Asistían a una respuesta poco común de su corazón desgastado y han venido aguardando a las respuestas de su cerebro que no se han producido por ahora.

El historial médico del exlíder de Izquierda Unida y el PCE así como alcalde de Córdoba entre 1979 y 1986 y sus dolencias cardíacas acumulaban antes de la crisis sufrida este sábado 9 de mayo media docena de episodios con sus respectivos ingresos hospitalarios en los últimos 27 años.

La tarde de este viernes el panorama en su entorno y en las propias fuentes sanitarias consultadas por este periódico eran algo más pesimistas. Un ligero empeoramiento que había que tomar con prudencia y en el contexto de gravedad que se viene moviendo Julio Anguita, cuyo ingreso sigue la ciudad con una atención inusitada, amén de todo el orbe político nacional. Ha habido momentos en esta semana en los que se vía algo de luz, incluso hubo quien se atrevió a afirmar que había sido extubado, cosa que en ningún momento se produjo.

Hay dos factores claves en este trance: el 061 reanimó a Julio Anguita en su domicilio cuando sufrio la parada cardiaca de la que, según las fuentes consultadas por este periódico, aún no se sabe la causa. Sus arterias y puentes funcionaron bien, y es la función del corazón la que tiene mal. Salvado ese primer envite en su casa, al llegar al Hospital Universitario Reina Sofía , hubo de sortear otro obstáculo, y gracias a la Unidad de Cardiología, reaccionó de manera positiva a un cateterismo de urgencia que se le practicó . En estos días ha habido fases de cierta reactividad, muy leves, que hacían albergar esperanzas; pero Anguita no despierta, lo que suscita pesimismo entre sus allegados.