Patrimonio de Córdoba

Aristóteles Moreno denunció en su razonado artículo «Ni gota, ni gota» -ABC Córdoba, 3 de junio de 2020- e l deprimente estado en el que se encontraban Los Baños de Popea y su entorno. A principio de este mes -el 6 de agosto- mi admirada María Amor Martín escribía una columna titulada «Arroyo Bejarano», manifestando el lamentable estado de un paraje que desde 2015 es reserva natural fluvial de España. También es patrimonio medioambiental, histórico y memorial de Córdoba. En él se encuentran, entre otros bienes patrimoniales nuestros, el arroyo del Molino, La Fuente del Elefante, Los Baños de Popea y no hace demasiado tiempo podíamos ver restos arqueológicos como maravillosos puentecillos, acueductos y molinos. Pues este patrimonio nuestro se está muriendo cuando no desapareciendo de la vista de unos ciudadanos incapaces de exigirse y exigir a los responsables de su conservación las medidas necesarias para que la Córdoba actual no pierda lo que la historia nos ha legado. ¡Seamos sinceros! Los ciudadanos alardeamos de ser amantes de la naturaleza e historia de Córdoba, pero nuestros comportamientos nos contradicen.

Se dice, y es verdad, que quien no sabe cuidar no debería tener. Muchas veces pienso que la actual sociedad cordobesa no merece lo que la historia le ha entregado. Y esto lo digo porque, en democracia, todos los ciudadanos tenemos la obligación de exigirnos y exigir a los políticos la conservación de nuestro patrimonio . ¡Ellos cobran por eso! Si no cumplimos con la obligación de exigirles y no demostramos con nuestro civismo saber conservarlo, ni nosotros merecemos lo que tenemos ni los políticos merecen nuestra confianza.