Horacio Pijuán, director de San Juan de Dios de Córdoba |«La pandemia nos demuestra que un hospital tiene que ser elástico y flexible»

Licenciado en Derecho por la Universidad de Córdoba (UCO) y máster en Dirección General de Empresas por la Universidad de Toulouse y en Economía de la Salud y Organizaciones Sanitarias por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) , Pijuán ha desempeñado toda su trayectoria profesional en el ámbito de la gestión sanitaria, primero en el Infanta Margarita de Cabra y posteriormente como director de la Plataforma Logística de Córdoba . Su destino más reciente ha estado en Servicio Andaluz de Salud (SAS), donde ha desempeñado durante años el puesto de director general de Gestión Económica y Servicios .

¿Qué supone en su carrera asumir la dirección del Hospital San Juan de Dios de Córdoba?

Como cordobés soy muy consciente de lo que significa en la ciudad y en la provincia este hospital , y sé cómo ha crecido y evolucionado a lo largo de los años, de manera acompasada a la ciudad, con la que tiene una gran imbricación. Ya es un reto asumir la gerencia de un centro sanitario, y más en estos momentos en los que lo sanitario ha ganado protagonismo de manera definitiva, pero hacerlo de este hospital en concreto es un reto adicional. Asumo el puesto con un sentido de responsabilidad casi ciudadana, porque lo que quiero aportar está relacionado con los objetivos de nuestra Orden Hospitalaria , y también con los de nuestra ciudad.

¿Cuáles han sido o van a ser sus primeras decisiones?

Mi prioridad en estos momentos es conocer el hospital en profundidad, aunque ya tenía, lógicamente, referencias generales. Me estoy dedicando a conocer a todos los responsables de nuestras instalaciones. Estos días que llevo en el puesto me centro en el análisis de la situación. Lo que tengo claro es que quiero activar un impulso definitivo del centro, tanto tecnológico , como de potenciación de nuestra excelencia clínica , así como relacionado con la definición de nuevos retos desde el punto de vista asistencial. Me interesa también reforzar las unidades de gestión clínica que son más demandadas por la sociedad, además de adaptar el hospital a estos nuevos tiempos, a la nueva normalidad.

Porque la pandemia lo ha cambiado todo, ¿no?

El coronavirus no ha acabado, y sigue dándonos lecciones claras de por dónde tenemos que ir.

¿Cuáles son esas lecciones?

La primera, hasta qué punto de compromiso están dispuesto a llegar los profesionales sanitarios : médicos , enfermeras , personal de servicios generales. Ese compromiso ha ido más allá de la relación contractual, y nos lleva por tanto a una dinámica de fidelización y cuidado de ese personal, de mejora de sus condiciones laborales, porque se lo merecen. Además, la pandemia nos deja claro que las estructuras sanitarias han de ser reformadas.

¿En qué sentido?

Los conceptos tradicionales de un hospital sectorizado por especialidades tienen que repensarse, porque la pandemia nos ha demostrado que tenemos que tender hacia sistemas más flexibles y elásticos, con espacios multifuncionales que se puedan utilizar según las necesidades y demandas de cada momento. También hay que generar dobles circuitos estables que en cualquier momento te permitan aislar una determinada patología sin paralizar el funcionamiento del resto del hospital . Me parece fundamental la incorporación de la digitalización de manera definitiva y de la telemedicina: el hospital no puede acabar en las paredes del hospital. La telemedicina ha venido para quedarse, como ha demostrado el Covid : estoy hablando de nuevas tecnologías , de las citas ‘on-line’ o telefónicas ...

¿Qué unidades clínicas son las más demandadas en su hospital y, como ha comentado, quiere potenciar?

Me interesan las Urgencias y el Área Oncológica , además de la Maternidad y de la Obstetricia , porque esas son líneas que la sociedad está demandando en estos momentos. En este hospital tenemos una Cirugía General Digestiva de alto nivel, que es una referencia, y quiero potenciar también esa excelencia quirúrgica dándole el sitio que le corresponde a la robotización.

San Juan de Dios es el único gran hospital privado de la provincia de Córdoba con concierto con la Junta. ¿Ha tenido contactos con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para actualizar ese acuerdo?

Nuestro concierto se centra en la actividad quirúrgica y en las pruebas diagnósticas. El concierto está en plena vigencia desde una perspectiva de complementariedad con el SAS , con el que nos unen relaciones institucionales y, en mi caso, personales, pues el Servicio Andaluz de Salud ha sido mi casa durante treinta años. Nosotros somos una entidad sin ánimo de lucro y con una clara vocación de servicio público . El objetivo del concierto es quitar lista de espera.

La labor hospitalaria, caritativa si queremos, es parte de la idiosincrasia del hospital San Juan de Dios, que por motivos obvios se ha potenciado en estos meses de pandemia.

Sí. Ese aspecto de nuestro trabajo al que se refiere es espectacular. La Obra Social del Hermano Bonifacio , que lidera nuestro hermano superior Isidoro, tiene una dimensión muy importante. En el ADN de la Orden se encuentra estar al lado de los más desfavorecidos, de humanizar al máximo a nuestros enfermos y a los más desfavorecidos en particular. Esto nos engrandece. En 2020 , durante la pandemia , la Orden atendió a más de mil familias, sobre todo desde el punto de vista alimentario y de vestuario, que se complementó con el auxilio psicológico, laboral y jurídico . El número de personas que se beneficiaron de este servicio en el último año ha sido de tres mil. Como ve, al carácter hospitalario le incluimos el concepto de socio sanitario: esos son nuestros elementos diferenciadores. La implicación de la Orden con la ciudad es tremenda, como demuestra la coordinación con la que trabajamos con las instituciones, como el Ayuntamiento y la Diputación . Uno de los retos que me he marcado, como no podía ser de otra manera, es potenciar esa labor social.