NUMISMÁTICA
La historia de Córdoba que cuentan sus monedas
La ciudad tiene una de las colecciones más amplias del mundo, la del Arqueológico, y revela la importancia que tuvo la urbe
Félix Ruiz Cardador
Catalina y Otilia se llamaban las dos jóvenes agricultoras que en 1926 descubrieron por casualidad en el término de Alcaracejos, en Los Pedroches, el Tesoro de los Almadenes , un hallazgo deslumbrante compuesto por pulseras, anillos o fíbulas y por ... dos centenares de monedas de la República romana . Con estas piezas , muchos de ellos denarios de plata hoy refulgentes, se inicia la exposición numismática que ofrece en su permanente el Museo Arqueológico de Córdoba, un recorrido cronológico que a través de esas piezas conduce desde el siglo II a. C. hasta la España de los Reyes Católicos.
Permite sin duda hacerse una idea de lo importantes que siempre han sido las monedas en la historia de la ciudad y la provincia , como elemento de uso cotidiano y que en los hallazgos arqueológicos ha ido apareciendo con regularidad en las últimas décadas. En especial, en esos tesoros que personas aterrorizadas por algún peligro escondieron en periodos de guerra y tensiones y que ahí quedaron durante siglos ya que sus propietarios no tuvieron la buena fortuna de recuperarlos. También suelen ser noticia por operaciones policiales como la anunciada hace unos días, que ha permitido recuperar en Alicante un dinar de oro acuñado en 717 en Córdoba, un raro ejemplar bilingüe, de los primeros años de ocupación, del que apenas existen una veintena.
La historia numismática de la ciudad , repleta de singularidades , va unida a su propia importancia geopolítica, de la que se deriva que en diversas etapas haya sido elegida por reyes, emires y califas para acuñar moneda en ella. Así fue desde los mismos inicios de la urbe , pues como estudió en los 70 la historiadora Francisca Chaves Tristán ya se amonedaba en la ciudad en los tiempos del dictador Lucio Cornelio Sila , ochenta años antes del nacimiento de Jesucristo. Se trata de las monedas de Corduba , bastante infrecuentes, que representaban en su anverso una deidad femenina y en su reverso una figura alada.
Más adelante , ya en el crepúsculo republicano , también se habla de que los ejércitos pompeyanos fabricaron moneda de forma eventual en la ciudad para pagar a sus legiones, aunque los acuñamientos regulares volvieron en tiempos de Augusto y cuando la ciudad ya había sido declarada Colonia Patricia. Han aparecido de ese periodo, y se pueden ver en el Arqueológico , monedas conmemorativas de diferente valor -sestercios, dupondios, ases…-, en las que siempre aparece el nombre la Colonia Patricia, el rostro del emperador y figuras de insignias militares e instrumentos religiosos.
Tras la invasión visigoda y el derrumbe de la vieja Hispania romana , la ciudad también tuvo el privilegio de acuñar moneda , en concreto desde el reinado de Leovigildo , que supuso la independencia frente al imperio bizantino. Se estima por ello que desde el año 575 hasta el 710 debió de existir casa de la moneda en la ciudad, de la que salían una preciosas y pequeñas piezas de oro llamadas tremissis, que habían sido creadas en el siglo IV por el emperador Magno Clemente Máximo y que sobrevivieron al Imperio Romano. Estas piezas suelen llevar en su anverso el nombre del rey y frases en latín como ‘Dominer Noster’ . La casa de la moneda de Córdoba no sólo emitió tremissis en tiempos de Leovigildo, sino también bajo los reinados de un buen puñado de esos nombres que tanto temían los escolares hasta hace no mucho.
Con la caída de los visigodos y la ocupación musulmana de lo que había sido la Bética llegó más tarde lo que se puede considerar la edad dorada en la acuñación de moneda para la ciudad de Córdoba, ligada al esplendor que vivió la urbe bajo emires y califas andalusíes. Testimonio de este fenómeno es la enorme colección que tiene el Museo Arqueológico de Córdoba, la mayor del mundo sobre el periodo y de la que se pudo ver una amplia selección en la muestra ‘Maskukat’, en 2007.
Estas monedas han ido apareciendo a lo largo de los años de forma aislada y en tesoros y tesorillos de muy diverso tipo . Por ejemplo, el Tesoro de Baena , aparecido en 1924 con un total de 87 monedas completas y fragmentadas acuñadas en los últimos años del siglo VII y los primeros del VIII, o el Tesorillo de la Haza del Carmen: nada menos que 30 kilos de monedas de época califal, que fueron encontrados en 1981.
También han aparecido de época emiral en el Campo de la Verdad (1950) o en la calle Doce de Octubre (1970), califales en las Electromecánicas (1948 y 1958) o en Cañero (1954), almorávides en Las Tendillas (1962) o almohades en Priego (1961) y Hornachuelos (1962).
Según la directora del Arqueológico, Lola Baena , estos conjuntos numismáticos «nos muestran una imagen muy cercana de las monedas que circularon por Córdoba entre los siglos VIII y XIII d. C. y son un documento histórico excepcional «por ser casi la única moneda emitida en este marco geográfico y temporal». La colección cordobesa cuenta con monedas de cobre (feluses), de plata (dirham) y de oro (dinares) de esos periodos, muchas de ellas acuñadas en la ceca urbana que tuvo Córdoba o en la de Medina Azahara, que estuvo en funcionamiento 30 años. Hay dinares muy tempranos, del año 720; de 763, cuando Abderramán I comenzó a acuñar; o de 928, cuando Abderramán III, justo antes de proclamarse califa, refundó la ceca cordobesa tras décadas cerrada. Por último, se completa la exposición del Museo con dos preciosas monedas cristianas , los dobla de la banda del rey Juan II ( siglo XV ), que son testimonio de esos años en los que la provincia cordobesa fue territorio de frontera entre los reinos castellano y nazarí . A los que se unen, fuera de exposición hoy, 14 escudos que algún cordobés escondió durante la invasión napoleónica sin que luego pudiese regresar a por ellos. Muchas son pues las historias de poder y desgracia que hay detrás de estas piezas arqueológicas que siglos atrás se usaron de forma cotidiana y que hoy nos permiten recorrer la historia de Córdoba a través de los siglos y la espuma de los días.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete