El ' black friday' de los parcelistas

La Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio (LISTA) que acaba de aprobar el Parlamento -con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, eso sí, porque es uno de esos temas donde se ponen de acuerdo con facilidad puesto que hay caladero y se avecinan elecciones- flexibiliza nuevamente instrumentos para que los parcelistas logren servicios básicos (enganches de agua y luz básicamente) que llevan lustros exigiendo, pese a su manera de proceder al otro lado de la norma.

Las nuevas reglas han tenido una especial labor asesora desde Córdoba , tanto técnicos como políticos con el PP abanderando unas enmiendas de la mano de los vecinos, sabedor de que ése ha sido un tema tabú donde ha querido coger cuota de mercado y que maneja la izquierda a su antojo desde pretéritos tiempos.

Resolver esa imperiosa necesidad de servicios básicos pagados con el bolsillo de cada parcelista y sin que no suponga más cariño de habitabilidad, parece una salida con sentido común, que no tiene por qué ser el más acertado en este caso, pero sí el más pragmático. No es lo mismo una zona de la Vega entre núcleos regularizables que la Sierra, Medina Azahara o el río y el aeropuerto.

Otra historia será cuando tras abrir el grifo y encender la luz, vengan las exigencias de contenedores, asfaltados, autobuses, y todo el catálogo municipal. Ciudad creciendo a lo ancho, más costosa para todos.

Curioso que se llame esta ley de «sostenibilidad», un traje demasiado decoroso para el daño ambiental hecho por estas parcelaciones durante décadas. Pero aquí la izquierda se pone de perfil -cuántos años de palo y zanahoria defendiendo la misma norma que se cepillaba por la gatera con enganches oscuros-; y hasta Vox, que se ha puesto estupendo con los presupuestos bloqueando unas cuentas expansivas y muy necesarias para redondear una recuperación que lidera Andalucía en España en muchos indicadores, aceptan el ‘black friday’ parcelario que trae esta LISTA, que de tonta no tiene un pelo.

La nueva ley simplifica, además, el metalenguaje, los procesos y trámites urbanísticos para promover suelo y viviendas y otorga más poder a los munícipes. Un acicate más.

Ahora hay que llevarla al terreno y ahí es donde el gobierno municipal de Córdoba se juega un horizonte apetitoso para engordar expectativas electorales. Hay miles de viviendas en huecos sin regularizar y fuera de ordenación por la Vega y Levante susceptibles de ser beneficiarias de unas autorizaciones que han bajado estándares. Son esos pequeños detalles que también cuentan.